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Reestructuración del motor

GM y Chrysler piden una ayuda inmediata de 8.700 millones

GM y Chrysler no llegarán a fin de mes y podrían hundirse antes de fin de año si Washington no les concede inmediatamente 11.000 millones de dólares (unos 8.700 millones de euros). A cambio, las automovilísticas de Detroit se comprometen a reducir sus operaciones, marcas, empleos y sueldos.

GM necesita 4.000 millones de dólares (3.159 millones de euros) para mantenerse a flote hasta fin de año y Chrysler precisa de 7.000 millones de dólares (5.527 millones de euros) antes del 31 de diciembre. Estas dos peticiones urgentes se contienen en sendos planes de negocio presentados ante el Congreso por ambas compañías. Estos planes y el que también presentó Ford serán los elementos con los que los legisladores trabajarán para decidir si conceder una ayuda a esta industria o no.

La situación extrema de GM y Chrysler contrasta con la de Ford, una empresa que hace dos años hipotecó todos sus activos, algo que ahora le permite tener más capital para seguir operando. Ford ha pedido, solo para el caso de que el mercado se siga deteriorando, 9.000 millones de dólares (7.110 millones de euros).

En el Congreso, los legisladores demócratas están de acuerdo con los industriales de Detroit en que la bancarrota no es una opción viable y es posible que negocien con los representantes republicanos o incluso la Casa Blanca para que la ayuda sea aprobada en breve. No obstante, la cantidad total excederá de los 11.000 millones de dólares que con urgencia solicitan estas dos empresas y los 25.000 millones que el mes pasado pidieron. Sólo GM ha cifrado sus necesidades en 18.000 millones de dólares, Ford en 9.000 que sumado a lo de Chrysler elevan la cifra hasta 34.000 millones de dólares en créditos federales.

A cambio, las empresas de Detroit se comprometen a drásticos cambios en sus estructuras. GM se compromete a recortar el 20% de su plantilla en EE UU, lo que la dejará rondando los 70.000 efectivos. Además, cerrará nueve plantas y negociará la refinanciación de su deuda de 66.000 millones de dólares (52.152 millones de euros). La empresa, además, se concentrará en coches pequeños y de bajo consumo y venderá, eliminará o consolidará cuatro de sus marcas (Hummer, Saturn, Pontiac y Saab).

El salario de su consejero delegado y el resto de los miembros del consejo será de un dólar anual. Ford va a cerrar cuatro plantas y reducirá el número de proveedores y concesionarios. Además intentará vender Volvo y fabricará coches pequeños, entre ellos algunos de sus modelos europeos que son más eficientes.

Los consejeros delegados de las tres empresas, Rick Wagoner de GM, Alan Mulally de Ford, y Bob Nardelli de Chrysler, volverán a defender hoy y mañana ante el Congreso una petición de fondos que califican de crucial para su supervivencia.

Reapertura del diálogo con el sindicato

El presidente del sindicato de la automoción (UAW), Ron Gettelfinger, dijo ayer que tenía muchos problemas para entender cómo se daba ayuda a la banca y a la industria de Detroit le esté costando tantas concesiones hacerse con una cantidad mucho menor de dinero público. Pese a esa crítica, el sindicato va a aceptar que las automovilísticas retrasen el pago de las cantidades que les adeudan para la creación del fondo de seguros médicos que se creó en el convenio colectivo de 2007. Aquel fondo fue una importante concesión para eliminar una buena parte de los costes fijos de las empresas y contaba con una inyección inicial por parte de estas.Además, Gettlefinger ha acordado la suspensión del llamado 'Banco de Trabajo', una institución privada de estas empresas que permitía que los empleados que siguieran cobrando cuando no trabajan.Gettlefinger admitió que va a haber mucha presión para que renegociar y se van a tener que hacer muchas concesiones hasta ahora impensables para el mayor sindicato industrial del país.

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