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Fin del proyecto de fusión

Kutxa abrirá oficinas en Vizcaya y Álava tras el fracaso de la fusión

El presidente de Kutxa, Xavier Iturbe, aseguró ayer que tras despejarse que su entidad no va a fusionarse con BBK, no le quedará más remedio que abrir oficinas en Vizcaya y Álava, tal y como le obligó la Comisión Nacional de la Competencia. 'Tenemos una multa de 23 millones y como no vayamos, nos meten una de 100' advirtió.

Además, reconoció que uno de los mayores problemas que se deriva de la no fusión será 'la guerra entre nosotros, como ya explicamos'. El máximo responsable de la Kutxa señaló que el proyecto de una gran caja vasca 'lo han matado' aquellos que no lo aprobaron el pasado viernes en la asamblea de la entidad guipuzcoana, aunque reconoció que el objetivo de la fusión 'continúa'.

'Son dos cosas diferentes. Una es la idea de que una unión es buena y otra es el proyecto de fusión concreto, en el que hemos trabajado y donde hemos encajado los intereses de directivos, presidentes, trabajadores y haciendas. Eso se ha acabado', añadió.

Desde su punto de vista, los que ahora apoyan un proceso de fusión 'están intentando lavar la conciencia' y 'no tienen credibilidad'.

Iturbe realizó estas afirmaciones en el transcurso de la jornada sobre competitividad empresarial organizada en el Kursaal de San Sebastián por el grupo Aurrera. Ahí habló de que el 'gran perdedor' del proyecto será 'el país en general', aunque reconoció que 'nunca se podrá medir' cuál es su coste en oportunidades y cómo se hubiera podido afrontar una grave crisis con una caja fusionada.

No obstante, Iturbe defendió la 'suficiente liquidez y fuerza' de la Kutxa para hacer frente a la situación y su vocación de seguir siendo ganadora, 'seguramente no en la Champions pero sí en la primera división'.

Respecto al fracaso de la fusión, la portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, reprochó ayer al PSE y al PP que no hayan tenido 'empacho' en votar junto a la izquierda aberzale para 'boicotear' un proyecto fundamental con el que hacer frente a la gran crisis económica, y respecto a la expansión de las cajas aseguró que no les había dejado ninguna otra opción.

El director de BBVA para España y Portugal, Juan Asúa, advirtió ayer en las mismas jornadas organizadas por el grupo Aurrera de que el sistema financiero español se enfrenta al empeoramiento de la morosidad, al fuerte deterioro de los niveles de empleo y al aplanamiento e incluso caída de los resultados.

Asúa consideró que los bancos que han cometido errores 'deben pagar por ellos', al tiempo que se ha de mejorar y homogeneizar la regulación y supervisión bancaria, con mayores niveles de coordinación internacional. Destacó que BBVA 'está preparado para convertir esta situación en una oportunidad' y consolidarse como entidad de referencia.

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