Los ministros de la UE relajan el control de las ayudas a los bancos
Francia y Alemania, entre otros países, forzaron ayer a la Comisión Europea a relajar el control de las ayudas de Estado para permitir una rápida recapitalización del sector bancario. El cambio puede poner en desventaja a las entidades españolas, que no han dado entrada al Estado en su capital.
Los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin) se quedaron ayer a un paso de dinamitar las normas comunitarias sobre ayudas de Estado como hicieron con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento durante la crisis de 2003. Pero dejaron claro a la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, que deberá aplicar esas normas sin interponerse en la decisión de varios de Estados de aportar dinero público a la recapitalización del sector financiero. Los planes nacionales de recapitalización ascienden ya a 280.000 millones de euros, pero algunos, entre otros el francés, siguen paralizados por las objeciones de Kroes.
Para acotar el margen de interpretación de la comisaria, el Ecofin, con la asistencia del vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, incluso aprobó ayer el marco de referencia que Kroes deberá respetar a partir de ahora en la evaluación de los planes. El texto aprobado exige a la Comisión Europea, además, que se coordine 'estrechamente' con el BCE para valorar las ayudas.
Los ministros descartan que las ayudas a entidades sanas tengan que supeditarse a una reestructuración o a la prohibición de conceder dividendos a sus accionistas. 'Es importante', dice el acuerdo alcanzado por los 27 ministros de economía de la UE, 'no desincentiva la captación de capital entre los inversores privados para que puedan reemplazar, en su debido momento, al capital público'.
El acuerdo también incluye un sistema de valoración de las garantías púbicas ofrecidas a los bancos y la diferenciación entre entidades en dificultades conyunturales por la crisis crediticia y las que atraviesan dificultades por culpa de una mala gestión.
Kroes se comprometió a plasmar esas directrices en un documento que la CE aprobará en los próximos. Quizá, incluso, hoy mismo, según algunas fuentes. Tras el acuerdo, París confiaba en obtener rápidamente el visto bueno de Bruselas a su inyección de 10.500 millones de euros en BNP Paribas, Société Générale, Crédit Agricole, Caisse d'Epargne, Banque Populaire y Crédit Mutuel.
El ministro español, Pedro Solbes, señaló ayer que si la ayuda francesa respeta los criterios pactados por el Ecofin no supondrá ningún problema competitivo para la banca española.
'Lo importante es aplicar las normas con inteligencia'
La tensión entre Neelie Kroes y varias capitales europeas ha crecido en las últimas semanas por la resistencia de la comisaria europea de Competencia a aprobar algunos de los planes de recapitalización del sector bancario. Y ayer estalló durante un desayuno de la comisaria con los ministros de Economía de la UE. Aunque Kroes les aseguró que 'la Comisión está intentando ser pragmática, ecuánime y flexible', la paciencia de algunos ministros se había agotado.'Lo que es importante es que todos seamos suficientemente inteligentes para entender que hay que ser flexibles', zanjó en rueda de prensa la ministra francesa y presidenta semestral del Ecofin, Christine Lagarde. Un portavoz de la CE también hablaba tras el desayuno de 'una aplicación inteligente de las normas sobre ayudas de estado'. La apelación a la inteligencia fue la misma excusa utilizada en 2003 para suspender el Pacto de Estabilidad.