Las españolas dedican a tareas domésticas casi cinco horas, el triple que los hombres
Las españolas dedican a las tareas del hogar tres veces más tiempo que los hombres y España es, junto con Italia, el país de la Unión Europea donde existe mayor distancia entre sexos respecto al reparto del trabajo doméstico.
Así se desprende de los datos del estudio "En torno a la familia española: Análisis y Reflexiones desde Perspectivas Sociológicas y Económicas" de la Fundación de Cajas de Ahorros (FUNCAS), que aborda cuestiones centradas en el papel social de la familia y la necesidad de prestarle atención para comprender cómo es, cómo está y hacia dónde va la sociedad.
Según el informe, las mujeres españolas dedican diariamente una media de 4:55 horas al trabajo de casa frente a 1:37 horas de los españoles, unos datos muy alejados de los de otros países europeos como Suecia, Noruega y Reino Unido, donde existe un reparto más igualitario en la realización de las tareas referidas al hogar.
También España e Italia son los países con menor gasto en servicios familiares, aunque el estudio reconoce el incremento "sustancial" registrado en nuestro país en los últimos años en cuanto al porcentaje de niños menores de tres años que asisten a guarderías públicas. A pesar de ello, sólo un 10% de los pequeños están atendidos en instituciones públicas frente al 56% en Dinamarca, 43% en Francia, 41% en Suecia o 35% en Países Bajos.
Las cifras varían cuando se trata de niños de tres a cinco años, de los que prácticamente el cien por cien pasa el día en el colegio durante la mayor parte del año. A este respecto, "España se sitúa a la vanguardia de la UE", subraya en el informe Celia Valiente, profesora de la Universidad Carlos III de Madrid.
Otro de los aspectos que trata el estudio es "la función nuclear de la familia: la reproducción", sobre el que el profesor Luis Garrido Medina, catedrático de Sociología de la UNED, señala que el Estado trata de mercantilizar a las familias y el efecto más patente es la reducción de la natalidad. Según este autor, "los individuos, para poder reproducirse, tienen que trabajar más con el fin de ser capaces de financiar los servicios que la fatiga laboral diaria les impide proveer dentro de casa".
De este modo, "el círculo causal se alimenta, dado que cuanto más trabajan, menos tiempo y menos energía disponibles les queda para dedicarse a la reproducción familiar", concluye el profesor Garrido.