La industria alimentaria pide también ayudas al Gobierno
La patronal de la industria alimentaria está negociando con el Gobierno un plan para reforzar el sector ante el clima económico. Incluiría un programa de financiación de hasta 3.000 millones en tres años. Además, reclama acabar con el incumplimiento en los plazos de pago por parte de la distribución.
La industria alimentaria quiere salir reforzada de la crisis. Para ello, está negociando con el Gobierno 'un plan de proyección' que permita reestructurar el sector. æpermil;sa es la reclamación que realizó ayer Jorge Jordana, el secretario general de la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). 'Somos uno de los pocos sectores con crecimiento de su producción industrial', apuntaba, 'y estamos creando más empleo'.
Jordana señaló que la patronal alimentaria ya ha mantenido los primeros encuentros con la Ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, quien se ha mostrado favorable a sus peticiones. 'Ha entendido que es el momento de consolidar la industria'.
El principal eje del plan propuesto por FIAB gira en torno a la financiación. En concreto, la inversión del sector se sitúa alrededor de los 1.000 millones de euros al año. 'Este sector tiene menos problemas de financiación que otros, pero eso no significa que no los tenga o no los vaya a tener en el futuro'. El objetivo de FIAB es que se incluya dentro del Plan del Instituto de Crédito Oficial (ICO) una línea específica de apoyo al sector que permita realizar las inversiones proyectadas, es decir, 3.000 millones en tres años. De ellos, el ICO financiaría cerca del 40%.
Reclama que la distribución no tenga excepciones para prorrogar sus pagos
Además, la patronal reclama que se elimine de la Ley de Comercio la excepcionalidad que permite aplazar hasta 90 días los pagos de la distribución a sus proveedores en el caso de los alimentos no perecederos. 'Es una desviación que no tenía que haberse producido, porque además, se ha convertido en norma'.
Según los últimos datos oficiales con los que cuenta FIAB (correspondientes al ejercicio 2006), la media del sector se sitúa en 82,4 días, aunque la gran distribución supera los 86. Según Jordana la situación financiera no ha ampliado aún más los plazos de pago, 'lo que indica que nadie está inspeccionando, porque ésta es una competencia de las Comunidades Autónomas'. Según los cálculos de FIAB, el incumplimiento a la hora de acatar los plazos genera a la industria un perjuicio de unos 8.000 millones de euros al año.
Junto con la financiación, el plan de la industria alimentaria contempla una mayor inversión en I+D a través de la figura de los 'agitadores tecnológicos'. Además, reclama mayores recursos para la formación de los gestores de pequeñas y medianas empresas, mejorar las ayudas para la promoción exterior y una simplificación de las normativas que regulan al sector. 'Estamos hiperregulados, tenemos 1.470 reglamentos en la UE y está bien que se nos pongan cuotas de exigencia, pero también se tendrían que exigir a las importaciones', apuntó.
Una industria deflacionista en 2009
En los últimos meses, el principal tema sobre la mesa de las compañías alimentarias ha sido el alza de las materias primas. Según Jorge Jordana, detrás de este encarecimiento estuvo, exclusivamente, el precio del crudo. 'Siempre digo que los precios en alimentación están estrechamente ligados al petróleo, por eso ahora están bajando', explicaba. 'En 2009 seremos un sector deflacionario', auguraba el secretario general de FIAB. 'No podemos estar siempre con estas subidas y bajadas, necesitamos una estructura más estable', reclamaba.Jordana abogó además por la fabricación de marcas blancas, aunque reconoció que algunos de los asociados a FIAB no son partidarios de la fabricación de enseñas del distribuidor. 'En Zara, sus productos son de marca blanca y ha triunfado', ponía como ejemplo Jordana. 'En el momento en que las marcas blancas tienen las mismas garantías, muchos productos se prefieren más baratos, hay sitio para todos', señalaba.