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Más empleados y menos trabajo

La fuerte destrucción de empleo patente en la última encuesta de la EPA contrasta con el aumento de la población activa que, según el autor, se deriva de la incorporación de más mujeres en busca de un empleo para complementar la deteriorada economía familiar.

Con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre el empleo disminuyó en 78.800 personas frente al trimestre anterior, descenso que se acentúa hasta 111.200 personas con los datos desestacionalizados del Ministerio de Economía y Hacienda. En términos interanuales, el empleo se redujo en 164.300, el -0,8%, tasa de variación que es 1,1 puntos menor que la del segundo trimestre y 3,9 puntos menor que la de un año antes. Este descenso interanual del empleo es el primero que se produce desde el cuarto trimestre de 1994.

Con estas últimas variaciones del empleo la situación en el tercer trimestre es más negativa en los hombres que en las mujeres, al descender en los primeros en 330.700 y aumentar en las segundas en 166.500, y en los nacionales, en los que desciende el empleo en 265.800 personas, que en los extranjeros, en los que aumentó en 101.500 personas.

En cuanto a la situación profesional, el descenso interanual del empleo es menor en los trabajadores por cuenta propia (-48.200) que en los asalariados (-123.600) y, dentro de estos últimos, la evolución es muy diferente en los indefinidos, en los que aumentó en 320.200 personas, que en los temporales, en los que descendió en 443.800.

A pesar de esa evolución, la tasa de temporalidad (porcentaje de asalariados con contrato temporal) aumentó en una décima en el tercer trimestre (periodo estacionalmente favorable a la contratación temporal), hasta situarse en el 29,5%, debido a que, en relación con el trimestre anterior, el empleo indefinido descendió en 99.100 personas y el temporal en sólo 7.700. Aun así, la tasa de temporalidad es inferior en 5,1 puntos a la del tercer trimestre de 2006, periodo en el que se puso en marcha la reforma laboral aprobada en ese año.

En contraste con el intenso descenso del empleo, la población activa aumentó en 138.400 en términos intertrimestrales y en 642.600 en términos interanuales, hasta situarse en el tercer trimestre la tasa de actividad (porcentaje sobre la población de 16 y más años) en el máximo histórico del 60%. Este notable aumento de la población activa se explica principalmente por el incremento de la población activa femenina, el 4,5% en variación interanual, ya que en el caso de la población activa masculina esa variación fue sólo del 1,7%.

También el aumento de la población activa extranjera, el 10,7% en variación anual, en parte por el desfase temporal que suele producirse en los flujos de entrada y salida de esa población en relación con el cambio de la situación económica, es muy superior al de la población autóctona, que creció a una tasa de variación interanual de sólo el 1,6%, como consecuencia de que la reducida tasa de fertilidad de las mujeres españolas más que contrarresta la mayor participación en el mercado de trabajo de las mismas.

La coincidencia de un acusado descenso del empleo con un también acusado aumento de la población activa provoca un crecimiento del paro intertrimestral de 217.200 personas, aumento que se amplía hasta 259.000 personas si se corrigen los datos de los factores estacionales. En términos interanuales, el paro que superó en el tercer trimestre la cifra de dos millones y medio, cifra desconocida en los últimos ocho años, aumentó en más de ochocientas mil personas, el 45%, lo que supone una acentuación de la tasa de variación del paro de 9,7 puntos respecto del trimestre precedente y de 43,5 puntos respecto a un año antes.

El incremento interanual en términos relativos del paro es muy superior en los hombres (69%) que en las mujeres (25,7%), por el peor comportamiento del empleo de aquéllos, y en los extranjeros (64%) que en los nacionales (39,9%), debido a que la evolución más positiva del empleo de los primeros que los segundos se contrarresta por el incremento mucho más intenso de la población activa extranjera que el de la población activa nativa. Por sectores, dentro de un aumento generalizado del paro en términos interanuales, destaca el de la construcción con un incremento en el tercer trimestre superior a 250.000 personas, el 144,5%, que se explica por el descenso del empleo en el sector en más de 350.000 personas

El aumento del paro se ha reflejado en un avance de su tasa, hasta alcanzar en el tercer trimestre el 11,3%, nueve décimas y 3,3 puntos más que la del trimestre anterior y un año antes, respectivamente, y que, aunque todavía es inferior a la del primer trimestre de 1994, es la más alta desde entonces. Por colectivos, la tasa de paro sigue siendo mayor en las mujeres (12,7%) que en los varones (10,3%) y en los extranjeros (17,4%) que en los nativos (10,2%)

José Ignacio Pérez Infante. Profesor Asociado de Mercado de Trabajo en España de la Universidad Carlos III

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