Bajista, hasta que deje de serlo

Miguel Rodríguez

Llegados a este punto, nadie sabe a qué carta quedarse. El ambiente de recesión pesa como una losa sobre unos mercados que luchan por mantener el último soporte en condiciones que queda antes de que se despeñen las cotizaciones. Muchos analistas técnicos miran de reojo aquello que no quisieran ver ni en sus peores pesadillas, la caída de los índices hasta los mínimos del último ciclo bajista, lo que en el caso del Ibex son los 5.364 puntos que marcó el 9 de octubre del año 2002.

¿Llegaremos a este punto? Es difícil saberlo, y nadie tiene la bola de cristal, pero el ambiente y, sobre todo, la tendencia del mercado, es claramente bajista.

Ayer fue uno de esos días en que los hados se conjuran para que todo indicador relevante sea negativo, y como era de esperar, las Bolsas reaccionaron en consecuencia.

Las peticiones de desempleo semanales en Estados Unidos alcanzaron su nivel más alto desde 1982, más de 26 años, que se dice pronto. Los indicadores adelantados, una recopilación de ratios económicos estadounidenses, vinieron a confirmar lo que ya nadie descarta, que Estados Unidos, y el mundo desarrollado en general, se encamina, si no ha entrado ya, hacia la recesión.

La aversión al riesgo ha llegado a extremos tales que los inversores entran en manada en activos sin riesgo, incluso si su rendimiento es inferior a la inflación. El tipo de las letras del tesoro estadounidenses a dos años se situó ayer por debajo del 1% por primera vez en su historia, debido a la extraordinaria demanda de los inversores, que buscan cobijarse de la tormenta, incluso si el toldo tiene agujeros.

Hoy hay vencimiento de derivados, con lo que se espera un día nervioso, tenso, en el que puede pasar de todo. Con suerte asistimos a un rebote en condiciones que incluso se prolonga varios días. Pero, por el momento, la tendencia es bajista y, como dicen los analistas técnicos, será bajista hasta que deje de serlo.