Segura aboga por una mayor cooperación internacional de supervisores
Segura ha hecho este planteamiento en Zaragoza en su conferencia 'Enseñanzas para los supervisores de la crisis financiera actual', con la que ha inaugurado el VIII Congreso Nacional de Economía, organizada por el Colegio de Economistas de Aragón junto con el Consejo General de Colegios de Economistas de España.
El presidente de la CNMV ha admitido que en la actual crisis económica se han producido errores "de todo tipo", tanto de mercado como de regulación y de política monetaria, por lo que "las responsabilidades están en todos los sitios".
Tras recordar que la CNMV sólo tiene competencias regulatorias de tercer grado (circulares técnicas para desarrollos reglamentarios), ha apostado por reforzar el control sobre las entidades que prestan servicios de inversión para garantizar que cuentan con los medios necesarios, que valoran los activos a precios adecuados y que evitan conflictos de interés en la toma de decisiones.
Asimismo, ha hecho hincapié en la necesidad de vigilar "con especial énfasis" las prácticas de abuso de mercado, en particular la difusión de información falsa y la utilización de información reservada para beneficio propio, así como mejorar la transparencia en la información periódica de las entidades cotizadas.
Segura ha remarcado que la cooperación internacional entre las entidades supervisoras es "absolutamente fundamental", y ha advertido de que en Europa, pese a los avances logrados en esta materia, hay un "problema estructural", puesto que los comités europeos de supervisores de mercados, banca y seguros sólo pueden dictar recomendaciones, y no normas de obligado cumplimiento.
"El camino hacia un supervisor único europeo es largo", ha reconocido, aunque, a su juicio, después de esta crisis, quizás no lo sea tanto, tal y como ha admitido la propia presidenta del Comité Ejecutivo de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO), Jane Dipplock.
No obstante, ha precisado que la separación de funciones entre un supervisor de conductas (CNMV) y otro de solvencia (Banco de España) es "muy positiva para gestionar situaciones de crisis", ya que este modelo funcional, o de "twin peaks", garantiza una mayor transparencia y la toma de decisiones "equilibradas".
Para Segura, la primera de las enseñanzas que deja la actual crisis es que "la política regulatoria no debe ser procíclica" y ha recordado que el "gran éxito del Banco de España" ha sido precisamente la circular contable que regula la creación de provisiones de carácter anticíclico.
Además, ha advertido de que "la autorregulación, que funciona en algunos casos, no puede hacerlo cuando existen conflictos de interés", como a su juicio ocurre en la actividad de las agencias de calificación, y ha insistido en la necesidad de ofrecer al pequeño inversor "información precisa e inteligible" sobre los productos que se comercializan.
Segura ha reconocido que la concesión de ayudas públicas al sector financiero era "inevitable" por el "elevado riesgo sistémico" de la situación, pero ha precisado que ello conlleva efectos colaterales negativos -como el abuso de la protección pública por parte de las entidades o el elevado coste fiscal-, que hay que tratar de eliminar "en cuanto se supere la situación crítica".
El presidente de la CNMV también ha hecho una defensa de los estándares contables de información financiera (IFRS o IAS), al afirmar que el abandono del criterio de valor razonable, o "fair value", sería "como hacer trampas en un solitario y no conseguir resolverlo".
Ha subrayado que el criterio contable del valor razonable garantiza una "imagen fiel de la empresa", puesto que "obliga a reconocer más rápidamente los problemas" para que "no se acumulen con el paso del tiempo y terminen siendo inabordables".