El desplome de inversión y consumo sitúa al PIB al borde de la recesión
Una fuerte desaceleración del consumo, de un punto en un solo trimestre, unida a una contracción de la inversión de tres puntos, a niveles no vistos desde la década de los noventa, han provocado que la economía española se contrajera un 0,2% de julio a septiembre, según los datos hechos públicos ayer por el INE.
La contabilidad nacional del tercer trimestre vislumbra, según Estadística, una economía 'extremadamente débil' que se dirige hacia la recesión en la última parte del año. La caída del 0,2% del PIB del tercer trimestre sobre el segundo, algo que no se producía en 15 años, tiene su fundamento en la profunda atonía de la demanda interna.
La debilidad se extiende tanto al gasto en consumo (excluidas las administraciones) como a la inversión. En el caso del consumo, el de los hogares experimentó en el tercer trimestre una profunda desaceleración, pasando de crecer un 1,1% a sólo el 0,1%, inédito desde 1994. En esta variable ha influido, según el INE, las malas perspectivas de creación de empleo y el aumento de la tasa de paro, lo que ha frenado a las familias en sus decisiones de gasto.
En el caso de la inversión, la caída es generalizada tanto en su aspecto industrial de bienes de equipo como en la inversión en construcción. Todo ello, ha provocado que la formación bruta de capital fijo caiga un 3,2%, algo no visto desde 1994. Con el consumo por los suelos y la inversión empresarial en franca recesión, la demanda nacional en su conjunto se ha estancado, con un exiguo crecimiento del 0,1%. Sólo el sector exterior ha experimentado una recuperación (su aportación al PIB pasa de 0,3 a 0,8 puntos) pero más por la atonía de las importaciones que por el vigor exportador. Por el lado de la oferta, todos los sectores excepto los servicios y la agricultura, presentan caídas en su actividad, especialmente la construcción y la industria. La fuerte contracción de la economía en el tercer trimestre sobre el segundo desacelera el PIB en términos interanuales hasta el 0,9%, nueve décimas menos que en el periodo precedente. La economía queda, pues, a las puertas de la recesión (se produce técnicamente con dos trimestres en caída), una frontera que ya han traspasado países como Alemania e Italia.