La recapitalización de los bancos
E l larguísimo comunicado de la cumbre de Washington establece en el plan de acción para la aplicación de los principios de la reforma financiera, entre las medidas inmediatas con aplicación antes del 31 de marzo próximo, que 'las autoridades de cada país deben asegurar que las entidades financieras mantienen capital en las cantidades necesarias para suscitar confianza. Los estándares internacionales deben fijar requerimientos de capital reforzados para las actividades de créditos estructurados y titulización de los bancos'. Esta parte de la resolución recuerda a los bancos de todo el mundo, y a sus supervisores también, que deben capitalizarse de forma suficiente para restablecer los flujos de liquidez con sus competidores y que aquellos que puedan tener productos estructurados deben hacerlo de forma más rigurosa. La banca es, a fin de cuentas, la pieza clave para que fluya el crédito y funcione la actividad.
La reacción de los mercados bursátiles ayer, con un castigo abultado a los bancos cotizados, tiene bastante que ver con esta recomendación. Pero también tiene una relación directa con el hecho de que, vista la dimensión de la recesión, ya globalizada, las entidades financieras tendrán que absorber el impacto de un creciente volumen de morosidad de su clientela, ya sea corporativa o de particulares. El principal afectado de la crisis financiera y del cierre del grifo del crédito a la economía real es la propia banca. En los primeros meses el daño se produce a empresas productivas y hogares. Pero a la larga deteriora la cartera de créditos de la banca y se traduce en impagados crecientes, que dañan la base de capital y los resultados. Si crecen los activos de riesgo, los bancos deben recomponer sus ratios de solvencia para operar con garantías.
Por tanto, las operaciones de ampliación de capital que han realizado ya varios bancos en el mundo, sea con intervención de dinero público o en el mercado, es sólo el inicio de una carrera casi inevitable para todas las entidades, también las españolas, para recomponer su base de capital.