Las empresas destinan el 22% de su beneficio a pagar sociedades
Las empresas españolas destinan el 22,2% de sus beneficios empresariales al pago del impuesto de sociedades, 1,5 puntos menos que el año anterior, según un estudio del Banco Mundial y de PricewaterhouseCoopers. Así, dentro de la categoría de países desarrollados, España se sitúa en la zona media de la tabla.
La carga fiscal de las empresas españolas es inferior a la vigente en economías como Estados Unidos, Japón, Austria e Italia entre otras. Por ejemplo, las compañías estadounidenses destinan el 23,5% de sus beneficios a pagar el impuesto que grava los ganancias empresariales. Francia, Suiza y Bélgica son los países en los que las empresas dedican menos dinero en abonar el impuesto de sociedades.
El estudio destaca la reforma en el impuesto de sociedades en España, que en los dos últimos años se ha reducido del 35% al 30% para las grandes empresas y del 30% al 25% para las pymes. Aun así, advierte que el tipo nominal sigue relativamente alto en comparación con el que mantienen los países vecinos. 'Desde un estricto punto de vista empresarial, una nueva reducción en el impuesto de sociedades podría ser deseable, sin embargo, la actual situación económica en España y en el mundo requiere prudencia', sostiene Jaume Cornudella, de PwC.
Reducción de impuestos
El estudio analiza los sistemas fiscales de 181 países y destaca que, en el último año, 35 economías han reducido el impuesto de sociedades. El Banco Mundial defiende que un elevado peso de la fiscalidad sobre los beneficios de las compañías desincentiva la inversión privada y supone un obstáculo a la entrada de capital extranjero. La entidad financiera sostiene que un aumento del 10% en el impuesto de sociedades se traduce en una caída de dos puntos porcentuales en el ratio inversión sobre el PIB.
Por otra parte, el Banco Mundial aplaude que doce economías hayan decidido reducir el número de veces anuales que las empresas tienen que pagar sus impuestos. España, con ocho ocasiones al año, se sitúa en el grupo de cabeza dentro de los Estados industrializados. En este sentido, los países más avanzados son Suecia y Noruega, cuyas empresas sólo pagan impuestos dos y cuatro veces respectivamente al año.
Menos burocracia fiscal
De un año a otro, España ha reducido en tres horas la burocracia relacionada con el impuesto de sociedades. Las empresas españolas destinan 33 horas anuales en los trámites para declarar su beneficios a Hacienda. La reducción ha permitido que España entre dentro del club de los diez países industrializados -ocupa el noveno lugar- cuyas compañías gozan de una menor complejidad para abonar el impuesto de sociedades. Muy lejos se sitúan países industrializados como Japón, que destina 180 horas en el pago de sociedades, o Estados Unidos, con 99 horas de trabajo.