Moody's prevé que los impagos de la deuda empresarial se tripliquen
Con la UE en recesión técnica, el panorama se presenta muy complicado en el sector de deuda privada. La agencia de calificación Moody's espera que la tasa de impago crezca un 340% durante el próximo año, si bien se mantendrá por debajo del 10%, lejos de los niveles que descuenta ahora el mercado.
La caída de Lehman Brothers el pasado 15 de septiembre desató una oleada de ventas masivas en todos los mercados, que en el caso de los bonos corporativos ha dejado las cotizaciones a precios de derribo. 'La tasa implícita de impago del mercado de crédito es del 52%, comparado con el 32% de la Gran Depresión', explican en Credit Suisse. Las previsiones que maneja la agencia de calificación Moody's sí ponen de manifiesto un 'incremento abrupto de las suspensiones de pagos', pero de cifras más moderadas: del 4,3% esperado para final de año al 10,4% en términos globales; del 2,2% al 9,7% en Europa y del 4,9% al 11,2% en EE UU.
Para los expertos, la coyuntura supone una oportunidad de inversión excelente. 'El inversor que tenga dinero y capacidad para financiarse tiene ahora mismo la oportunidad del siglo en la renta fija privada', asegura José Manuel Gómez Borrero, director de ventas institucionales de N+1.
Las mayores probabilidades de impagos en Europa se concentran en los bienes de consumo duradero y construcción, con expectativas de morosidad del 15% al 20%. En EE UU, la industria más frágil es la de transporte de bienes de consumo, con una previsión superior al 30%.
'Actualmente, un 0,7% de los bonos emitidos en Europa no están cumpliendo pagos, en comparación con un 3,3% en EE UU', exponen desde la gestora Fidelity. 'Dado el estado de la economía, cabe anticipar más casos de insolvencia en el mercado de alta rentabilidad, pero hay motivos aislados para la esperanza: pocos bonos de alta rentabilidad vencen antes de 2010 y la mayoría de las empresas están bien financiadas', señalan en la gestora.
La UE confirmó el viernes pasado que la eurozona está en recesión (dos trimestres seguidos de contracción) por primera vez en su historia. En el periodo de agosto a septiembre, el PIB de Los Quince cayó un 0,2% por segundo trimestre consecutivo.
Aún lejos del crac de 1929
Aunque la Gran Depresión se ha convertido en un referente para la crisis actual, el hecho es que hay notables diferencias. Entonces no había ningún tipo de cobertura social, como el seguro de desempleo, y no hubo acción política ninguna hasta que la crisis llevaba tres años socavando la riqueza de familias y empresas. 'La gente está esperando ver algo que no se va a producir y se olvida de que Japón ha vivido dos décadas en recesión sin que eso fuera algo visible en la calle o en la vida cotidiana', explica el director de una gestora de fondos.
'Los precios de los bonos corporativos no responden ahora al fundamento de las empresas que los respaldan, estarían descontando que va a quebrar todo el mundo y una situación de deflación que es impensable', avisa Gómez Borrero. La explicación radica en el hecho que la inversión en renta fija se suele hacer mediante apalancamiento. La rentabilidad de los bonos, incluso los de alto rendimiento, suele ser muy ajustada y la forma de hacer dinero es invertir grandes volúmenes, pidiendo prestado el dinero. Esto funciona cuando todo va bien. Pero cuando hay problemas, los intermediarios exigen un incremento de las garantías y, en el caso actual, la situación de mercado ha sido tan violenta que muchos fondos no han podido aguantar y han tenido que cerrar posiciones. El resultado: ventas masivas e indiscriminadas. 'Se busca liquidez hasta debajo de las piedras', expone el directivo de N+1.
Una tensión que viene agravada por hechos tangibles: Moody's destaca que en lo que va de año 71 compañías han declarado suspensión de pagos en sus bonos, frente a las 16 que lo hicieron en el mismo periodo de 2007. Medido en dólares, el volumen de la morosidad ha alcanzado los 219.000 millones de dólares (172.570 millones de euros), sobrepasando el récord alcanzado en el año 2002. El dato está sobredimensionado por la bancarrota de Lehman Brothers en septiembre, que afectó a una emisión de bonos por un importe de 130.245 millones de dólares (102.635 millones de euros).
Vencimientos por 2 billones de dólares
Entre el cuarto trimestre del año y 2011, Standard & Poor's calcula que el sector productivo europeo afrontará un vencimiento de deuda por 2,1 billones de dólares (1,65 billones de euros).'La gran mayoría de la deuda, un 90%, tiene grado de inversión, lo que tradicionalmente suaviza el riesgo de refinanciación', señala S&P. 'Pero las circunstancias actuales agrandan el desafío que afronta la industria', matiza la agencia, que destaca la retirada general de los inversores, 'incluso de aquellos activos que tienen la más alta calificación'. No extraña, ya que Lehman Brothers también tenía un grado de solvencia A, que implica 'capacidad sólida' de pago, hasta el mismo día que se declaró en quiebra. El año crítico será 2009, con vencimientos de 801.000 millones de dólares (630.000 millones de euros).