Nokia calcula que el volumen total de teléfonos móviles vendidos en 2008 se situará en torno a los 1.240 millones de aparatos, unos 20 millones menos de lo que apuntaban sus anteriores previsiones.
Sin embargo, el grupo finlandés confía en mantener e incluso aumentar ligeramente su actual cuota de mercado del 38% a final de año.
Además, Nokia prevé que en 2009 los fabricantes de teléfonos móviles venderán menos aparatos que en 2008 debido a la crisis económica global, y que el mercado de las infraestructuras de telecomunicaciones sufrirá una caída de sus ingresos.
"En las últimas semanas, el enfriamiento de la economía mundial, unido a una volatilidad monetaria sin precedentes, ha provocado un brusco frenazo del consumo global", señaló Nokia en el comunicado.
"El mercado de la telefonía móvil se ha visto también afectado negativamente por una menor disponibilidad de crédito, lo que ha limitado la capacidad adquisitiva de algunos de nuestros clientes", añadió el grupo finlandés.
Poco después de revisar a la baja sus previsiones, el valor de las acciones de Nokia caía más de un 7 por ciento en la Bolsa de Helsinki pese a anunciar también una serie de medidas orientadas a recortar los costes de producción.