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Crisis en la construcción

Holcim cierra la primera cementera en España durante la crisis

El parón del negocio de la construcción se cobró ayer el primer cierre de una planta de cemento en España. Su propietaria, la suiza Holcim, va a abrir negociaciones con sus 75 empleados y no descarta nuevas medidas a nivel global en busca de ajustar su volumen al nuevo contexto económico.

La fábrica en cuestión es la de Torredonjimeno, en Jaén. Con 53 años de historia, se trata de la más pequeña e ineficiente en costes para la filial española: 'Hoy en día no nos plantearíamos construir una fábrica semejante', aseguran fuentes de la cementera. Su producción alcanza las 300.000 toneladas al año -frente a los 1,1 millones de Carboneras (Almería)- y su tecnología, según reconoce la propia Holcim, está obsoleta. De hecho, el desmantelamiento ha sido sometido a debate en distintas ocasiones a lo largo de los últimos 12 años.

Si el boom del consumo salvó a este centro durante la última década, la actual entrada en barrena ha sido la puntilla. Holcim España ha desvelado que dispone de una sobrecapacidad de producción de clínker -materia prima del cemento- del 35% sobre la cantidad necesaria para abastecer a su mercado. Sin ir más lejos, el horno de la fábrica jiennense está parado desde el pasado 21 de octubre por un exceso de stock.

El objetivo de la multinacional suiza es cerrar en torno a finales de año, por lo que arrancará de inmediato los contactos con los trabajadores. 'Ofreceremos un plan de prejubilaciones y traslados a otros centros, pero será necesario un expediente de regulación de empleo', cita un portavoz oficial.

200 millones

El fin de actividad de la fábrica española ha sido ordenado junto al de otras dos plantas ubicadas en Clarksville (Tennessee) y Dundee (Illinois). La cementera estima que esta iniciativa le costará unos 200 millones, que serán contabilizados en sus cuentas del cuatro trimestre.

Desde Holcim se adelanta que no están previstas nuevas desinversiones en España, donde se queda con cinco fábricas, 30 plantas de áridos, seis de mortero y 113 de hormigón. La plantilla supera las 2.000 personas en este país.

Además del enfriamiento de la construcción, Holcim expone que una energía más cara y la presión de los importadores está incidiendo en una rápida caída del mercado local.

El beneficio del grupo cae un 45%

España, Reino Unido y EE UU son los tres países atendidos por Holcim que sufren una mayor caída en la demanda de cemento al cierre del tercer trimestre.Los resultados presentados ayer señalan que el beneficio neto se ha desinflado un 45,5%, hasta los 2.100 millones de francos suizos (1.400 millones de euros). La cifra de negocio se redujo un 4,7%, quedando en 12.800 millones de euros, y las ventas de cemento se han resentido un 3,5% tras declarar 109 millones de toneladas. El grupo espera un mayor deterioro de la actividad de aquí a finales de año.

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