La demanda interna se estanca en el tercer trimestre
El dato que publicará mañana el INE sobre el avance del PIB en el tercer trimestre no distará mucho del retroceso del 0,2% trimestral que difundió el Banco de España. Fuentes de la Administración advierten que la composición será distinta, ya que la demanda interna arrojará cifras próximas al estancamiento y se confirma el frenazo de las importaciones.
Existe una gran expectación por conocer cuál será el dato que publicará mañana el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el crecimiento de la economía en el tercer trimestre del año, sobre todo, después de que el Banco de España publicara hace dos semanas el primer retroceso trimestral del PIB en 15 años, del 0,2% y una dramática desaceleración en términos anuales, al pasar del 1,8% al 0,9%.
El calendario juega a favor de Estadística, por lo que este organismo ha podido elaborar su indicador con más información de la que dispuso en su día el Banco de España. En su informe mensual, la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez aseguró que la demanda interna apenas se incrementó un 0,3% de julio a septiembre. Pues bien, fuentes de la Administración consultadas por CincoDías aseguran que con la última información disponible esa cifra estará más próxima al estancamiento (crecimiento cero), ya que la inversión ha continuado con su senda de fuerte deterioro, tal y como demuestran los últimos datos de licitación pública y producción industrial. Y en paralelo, el consumo de las familias ha vuelto a dar síntomas de extrema debilidad. La matriculación de vehículos cayó en octubre a tasas cercanas al 40%, mientras la contratación de hipotecas y la compra de viviendas registró descensos similares.
Las mismas fuentes reconocen que empieza a preocupar, y mucho, el rápido traslado que está teniendo al consumo el deterioro del empleo. Buena parte de esta circunstancia vendría motivada por el agravamiento de la crisis financiera global. En cuanto al comportamiento que mantuvo el sector exterior en el tercer trimestre, el Banco de España estimó que su aportación mejoró hasta situarse en 0,6 puntos. Desde la Administración aseguran que el dato del INE será incluso mejor, aunque la causa de que esto sea así es nuevamente negativa. Como el consumo interno registra cada trimestre avances menores que el año anterior, la economía española cada vez necesita comprar menos bienes en el exterior y ello equilibra la balanza comercial. Esto es lo que ha posibilitado que la aportación del sector exterior al producto esté siendo este ejercicio positiva, por primera vez en siete años. De confirmarse esta composición del PIB hasta septiembre, ganaría adeptos la teoría de quienes afirman que España ha entrado en un escenario claramente recesivo (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo) en la segunda mitad del año. Sólo el recorte de la inflación, que del 5% ha bajado al 3,6%, puede suponer un claro alivio a esta coyuntura.
Revisión del segundo trimestre
La reciente publicación de algunos de los indicadores adelantados de la economía, como el volumen de matriculaciones de turismos o la licitación de obra pública y los visados de viviendas, así como las ventas minoristas, han hecho pensar que el deterioro económico es más fuerte del inicialmente estimado. Fuentes de la Administración van más lejos y no descartan que el INE revise el próximo día 19, fecha en la que está prevista la publicación en detalle de la contabilidad nacional del tercer trimestre, los datos correspondientes al segundo trimestre de este año. En aquella ocasión Estadística calculó un avance del PIB de abril a junio de apenas el 0,1%, el más bajo en 13 años. Por ello, que el INE revise ahora a la baja esa cifra no es baladí, ya que si el nuevo dato fuese negativo y a la vez se confirma ese retroceso del 0,2% de julio a septiembre, España ya habría entrado en recesión. Otras fuentes consultadas creen poco probable este extremo.