Zapatero se compromete a ser un 'amigo y aliado fiel'
Con la solemnidad que requería la situación, José Luis Rodríguez Zapatero leyó ayer en las escalinatas de La Moncloa un comunicado de bienvenida a la victoria de Obama del que sobresalen dos mensajes clave: el interés que pondrá a partir de ahora el Gobierno español en mejorar la 'arquitectura' de la relación bilateral con Estados Unidos y, en segundo lugar, el arropamiento que se buscará de la nueva administración norteamericana a la presidencia comunitaria que España gestionará en el primer semestre de 2010.
El equipo de Moncloa y de Exteriores que prepara esta última responsabilidad cuenta con la celebración de dos grandes cumbres: una con América Latina, que posiblemente se celebre en Madrid y posibilitará nuevos acuerdos de asociación con Centroamérica, y otra con Estados Unidos, en la que su presidente vendrá por primera vez a Europa a una cita de estas características. En esta última reunión se analizará la agenda trasatlántica.
Zapatero se esforzó ayer por dejar claro que Obama tendrá en España y en su Gobierno 'un amigo y aliado fiel', dispuesto a superar el desencuentro que ha marcado la relación con la administración Bush desde que en 2004 ordenó la retirada de las tropas de Irak.
Trabajo en común
'Quiero que trabajemos juntos en temas donde la experiencia española es más rica y donde los intereses compartidos nos deben acercar, como América Latina, Oriente Próximo, el mundo musulmán, África y, en general, esa visión integradora del mundo. Me propongo insistir en ello, de manera singular, en el ámbito de nuestras relaciones bilaterales y, especialmente, durante la próxima Presidencia española de la Unión Europea en 2010, con un relanzamiento de la Agenda Trasatlántica', afirmó Zapatero.
El presidente del Gobierno acentuó la importancia de que, en esta nueva etapa, la administración estadounidense que se forme en enero entable también una relación más sólida y de confianza con la Unión Europea para conseguir un trabajo común en las grandes cuestiones internacionales.
Además de la crisis financiera, que Zapatero todavía espera pulsar personalmente el próximo día 15 desde Washington, el presidente citó la lucha contra el terrorismo trasnacional, acabar con los conflictos en curso, el combate contra la pobreza y el cambio climático.