Zapatero: es el empleo, no el paro
El presidente del Gobierno conoció el fin de semana el dramatismo de las cifras de desempleo de octubre y sacó de la chistera la financiación del aplazamiento de hasta la mitad de los pagos hipotecarios para los parados. Está bien poner paños calientes a la crisis; pero estaría mejor poner soluciones con estrategias generadoras de empleo.
El número de parados avanzó en octubre en más de 192.000 personas, cantidad desconocida en la historia de España, que sepan los registros y las estadísticas. La pérdida de cotizantes en el sistema de pensiones descendió también en más de cien mil personas, con una caída relativa del 2,3%. Pero el ajuste del empleo se concentró sobre todo en las dos últimas semanas del mes de octubre: la Seguridad Social perdió nada menos que 244.000 cotizantes.
El presidente Zapatero, alarmado y sorprendido por el hecho de que estas cosas puedan ocurrir siendo el presidente del Gobierno, ha vuelto a poner en marcha la máquina del gasto público con un pequeño alivio de las cuentas familiares de los hipotecados, siempre que la banca tenga a bien aplazar la mitad de la cuota a los desempleados. Eso sí: la medida no es universal, porque quienes tienen una hipoteca de más de 170.000 euros (en comunidades como Madrid la excepción son los que la tienen por debajo) son gente que nunca se queda en paro, y seguro que no pagan ni nimpuestos ...
Pero el presidente debería haber pensado un poco más las medidas a aplicar, y buscar el estímulo al empleo, y no el alivio del paro. Está bien elevar las deducciones por la contratación de parados con cargas familiares, que ya existían, así como anticipar más prestación para autoempleo. Pero como norte el presidente debe tener las polícitas activas, y no las pasivas, que amenazan con absorber del Inem el presupuesto que no tiene. Ya en septiembre, antes de la avalancha del paro de octubre, el gasto por desempleo era de 1.890 millones de euros, con avances del 41,8% sobre septiembre de 2007. Este gasto a velocidad de crucero supone 22.800 millones de euros, y muy superior cuando se estabilice, que aún no lo ha hecho.
En 2009 el gasto por desempleo puede superar los 30.000 millones de euros (cinco billones de pesetas, cantidad desconocida en España), si el desempleo mantiene un crecimiento como el actual unos cuantos meses más, que no es descartable a juzgar por la inminente finalización de las obras masivamente iniciadas en el sector residencial en 2006 y 2007.
Como con el futuro de la Seguridad Social, asunto sobre el que Zapatero llegó a decir que él "no haría nada, pero no descartaba que algún día alguien tuviera que hacer algo", en el asunto este del desempleo, algún día alguien tendrá que hacer algo, porque la que se viene encima es de padre y muy señor mío. Solbes ya ha advertido que no hay más margen de gasto (algo que ya le hemos oído otras veces y que se ha tenido que engullir a cada ocurrencia de su jefe). Qué pasará cuando en los presupuestos de 2010 tenga delante una nómina del seguro y subsidio de paro de 36.000 millones de euros, cantidad que podría financiar seis veces el AVE Madrid-Barcelona. Ya lo veremos.