Los bancos se lanzan a la compra de inmuebles para evitar más mora
Desde el principio de la crisis, la morosidad bancaria se ha triplicado. Para evitar que esta cifra se dispare aún más debido a los problemas de las empresas del ladrillo, las entidades se han lanzado a comprar activos inmobiliarios. Este año han gastado en inmuebles más de 3.500 millones de euros.
Casi una sexta parte del crédito concedido por los bancos va destinado a las actividades inmobiliarias, según datos de Banco de España. Las empresas de este sector no viven su mejor momento desde el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, lo que ha contribuido notablemente a que el volumen de créditos morosos haya aumentado un 209% en un año.
Para evitar que siga creciendo, los bancos prefieren adquirir inmuebles antes que ejecutar las hipotecas o acudir al concurso de acreedores. Desde principios de año, las entidades han invertido en este tipo de activos más de 3.500 millones.
El banco Santander es quien más ha gastado. La semana pasada, el vicepresidente y consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, señaló que el grupo ha realizado compras de locales, viviendas y solares por un importe de 2.700 millones, con el propósito de venderlos. El director financiero, José Antonio Álvarez, aclaró que el 70% de esa cifra se ha destinado a adquirir inmuebles en fase de terminación, un 25% en suelo finalista y el 5% restante se ha invertido en suelo no finalista. Según aseguró, las compras se han realizado por debajo del valor de tasación.
Banesto también se ha introducido en el sector mediante la compra de inmuebles a Reyal Urbis por valor de 312 millones. Han constituido Promodomus Desarrollo de Activos. Mucho menos ha invertido BBVA. La entidad comentó en su presentación de resultados que este año ha comprado inmuebles por 340 millones.
Banco Sabadell prefiere hacerse con los activos. El consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, ha revelado que en el tercer trimestre esta entidad aumentó su cartera de activos inmobiliarios en 200 millones de euros. De este importe, el 50% es suelo finalista, el 35% solares con licencia y el 15% restante residencial, comercial e industrial.
La cifra total alcanza ya los 500 millones de euros. 'La entidad se está preparando para darle la vuelta a la tortilla, porque lo que hoy es hambre mañana será pan', subrayan fuentes del banco. Sabadell, además, ha contratado al antiguo director general de su antigua filial inmobiliaria, Landscape, para gestionar estos bienes.
Popular -uno de los mayores acreedores de Martinsa Fadesa y que ha visto triplicar su tasa de morosidad hasta septiembre- es el único de los cuatro grandes que no ha precisado una cantidad. Sin embargo, en la entidad admiten estar aumentando su cartera de activos, en muchos casos como daciones de pago.
La Caixa, que no quiso aportar datos propios, reconoció que este proceso lo está viviendo todo el sector, incluidas las cajas de ahorros. A principios de septiembre, la entidad catalana inyectó 500 millones en su filial inmobiliaria, Servihabitat, para gestionar sus activos inmobiliarios y apoyar a los promotores con los que tiene riesgos.
160.000 millones de euros de liquidez
Las cinco mayores entidades financieras españolas contaban hasta septiembre con casi 160.000 millones de euros de liquidez, que les garantizan la financiación y hacer frente al vencimiento de su deuda. Banco Santander contaba con una posición de liquidez de 50.000 millones de euros, importe parecido al que cuenta su más directo competidor en España, BBVA. Caja Madrid contaba con una posición de liquidez de 13.000 millones de euros al cierre de septiembre, de los que 9.000 millones de euros son susceptibles de descontar ante BCE. 'La Caixa' contaba con una liquidez de 26.491 millones de euros y Banco Popular de una segunda línea de financiación que puede ser utilizada ante el BCE por importe que supera los 13.350 millones y que aumentará hasta 20.000 a fin de año.
El fin de un matrimonio lucrativo
La lucrativa pareja que durante muchos años formaron la banca y las inmobiliarias se ha transformado en una pesadilla para las entidades financieras. Las compañías del sector deben a las entidades financieras 313.176 millones de euros, según datos del Banco de España del mes de junio (teniendo en cuenta a las constructoras esta cifra se amplía en 155.600 millones). Y ya hay un buen número que ha tenido que acudir al concurso de acreedores ante la imposibilidad de afrontar pagos.El primer suceso preocupante fue el derrumbe en Bolsa de Astroc. A principios de 2007, sus acciones se derrumbaron un 80% en tres meses, después de haber pasado de los 6,4 euros de su precio de salida a 72,60 en menos de un año. En octubre de ese año llegó la primera quiebra en causar revuelo. El grupo inmobiliario Llanera presentó ante los juzgados de Valencia la petición de concurso voluntario de acreedores (antigua figura de la suspensión de pagos) para seis de sus empresas, que formaban el grueso de la compañía. Su deuda total ascendía a 748 millones de euros. Tanto Astroc como Llanera basaban la mayor parte de su negocio en la recalificación de suelo.Pero la gran protagonista de la crisis inmobiliaria ha sido Martinsa Fadesa, que en julio de este año presentó la mayor suspensión de pagos de la historia de España, con una deuda superior a 5.200 millones de euros. Entre sus 45 bancos acreedores figuran Caja Madrid (con cerca de 1.000 millones de euros), La Caixa (700 millones) y Popular (400 millones de euros).Otras empresas luchan por salir del atolladero. Colonial, que llegó a tener casi 9.000 millones de deuda, convenció a la banca el pasado septiembre para retrasar cinco años el vencimiento de los préstamos bajo el compromiso de reducir a la mitad su volumen de deuda a corto plazo. Habitat, que adeuda 1.586 millones de euros, está negociando con la banca acreedora para obtener un pacto de refinanciación.