Bernanke rebaja medio punto los tipos en EE UU hasta el 1%, el nivel más bajo desde 2003
Por segunda vez en el mes, la Reserva Federal rebajó, medio punto, los tipos de interés de referencia para dejarlos en el 1%. El presidente de la autoridad monetaria, Ben Bernanke, no cierra la puerta a más rebajas tras dejar los tipos en el nivel más bajo desde 2003.
Con el voto unánime de los miembros del comité abierto, la Fed volvió a rebajar los tipos de interés medio punto este mes. La primera vez lo hizo de forma concertada con otros bancos centrales el pasado día 8. Así pues, los tipos de interés de referencia quedan en el 1% . Los tipos de descuento, que son los que se aplican a los préstamos directos a la banca, también se bajaron otro medio punto para quedar en el 1,25%. Toda esta acción agresiva desde el frente monetario, que ya estaba descontada por el mercado, tiene como fin evitar una recesión prolongada.
De hecho, sin utilizar la palabra recesión, la Fed justifica su acción a la vista de una situación económica cuyo ritmo 'se ha ralentizado de forma notable, debido, en buena medida, a la caída del gasto de los consumidores'. La autoridad monetaria da cuenta del incremento de la debilidad en la industria en los últimos meses y advierte que la 'ralentización de la actividad económica en otros países está complicando las perspectivas para las exportaciones de EE UU'. Se espera que el dato del PIB del tercer trimestre, que se publicará hoy, muestre una caída del 0,5%.
La tesis con la que trabaja la Fed es que las turbulencias de los mercados financieros van a poner más presión en el gasto porque 'se va a reducir más las posibilidad de obtener crédito para hogares y empresas'. El equipo de Bernanke no sólo lleva 13 meses rebajando los tipos de interés (desde el 5,25%) sino que, además, ha puesto en marcha medidas extraordinarias para inyectar liquidez en el mercado y activar el sistema financiero. Ayer explicaba que todas estas actuaciones deben 'ayudar a que, con el tiempo, se mejoren las condiciones del crédito y se promueva una vuelta a un crecimiento económico moderado'.
Pese a todo, la Fed admite también que los riesgos en este sentido se mantienen. Por eso y por que se espera que la inflación siga cayendo, el equipo de Bernanke dejó la puerta abierta a más rebajas de tipos diciendo que 'actuará según sea necesario'.
Los tipos quedan así al mismo nivel que los dejó Alan Greenspan, predecesor de Bernanke, en 2003 y buena parte de 2004 como reacción a la ligera recesión que se registró en 2001. Aquella actuación de Greenspan es ahora objeto de constante crítica porque se considera que fue entonces cuando se hinchó la burbuja del crédito y la vivienda a resultas de este dinero fácil. Pero las condiciones de entonces eran más benignas que las actuales.
Los analistas de Goldman Sachs explicaban antes de que se hiciera efectiva la rebaja que si 'estamos en el principio de la descongelación del mercado del dinero que las autoridades de la Fed han buscado, entonces estamos en un momento propicio para un recorte agresivo', dijo Jan Hatzius. Según este economista, la Fed no se está quedando sin munición pese al recorte porque además de las medidas convencionales tiene otras.
Ayer, y poco después de hacer pública su decisión sobre los tipos, la Reserva puso en marcha una línea temporal de swaps con cuatro países emergentes, Brasil, México, Corea del Sur y Singapur. Hasta ahora estos swaps para inyectar liquidez en dólares solo se habían acordado con bancos europeos y el japonés. A la vez, el FMI aprobó una línea de créditos para los países emergentes de hasta cinco veces la cuota que aporten al organismo.
Un estímulo fiscal local para la crisis
'Estamos recortando todo lo que podemos', dijo ayer a un comité de la Cámara de Representantes el gobernador de Nueva York, David Paterson. El responsable de este estado, uno de los más perjudicados por la crisis financiera pidió a los congresistas que aprobasen un estímulo fiscal que les pueda a dar a los gobiernos regionales y locales margen de actuación para lidiar con grandes déficits presupuestario. Paterson explicó que Nueva York tendrá un déficit de 47.000 millones en los próximos tres años.Paterson, que está asistiendo a la destrucción de puestos de trabajo bien remunerados de la industria financiera, una de las más importantes del estado, afirmó que las consecuencias de no articular un paquete de ayuda 'serán devastadoras en todas los rincones de la nación'. De acuerdo con el gobernador, la actual amenaza a la economía de Nueva York es mayor que la que se vivió tras el 11S.El alcalde de Trenton, la capital de Nueva Jersey, Douglas Palmer, comenzó su testimonio con la letra de la canción de The Beatles, 'help' (ayuda).