Puertas y ventanas abiertas al derroche
Poco o nada. Eso es lo que hablan los candidatos sobre el ahorro de energía y el fin del despilfarro.
Este verano, una serie de cartas de lectores a The New York Times y un columnista preocupado, Clyde Haberman, pusieron en alerta a algunas autoridades sobre un fenómeno que llamaba la atención de puro irresponsable. Mientras el precio del crudo escalaba por encima de los 140 dólares y era impensable hablar de energía sin asociarlo con una crisis, algunas tiendas de SoHo y la Quinta Avenida dejaban sus puertas abiertas para que saliera el aire acondicionado a la calle.
En algunas tiendas, incluso así, llegaba a hacer frío, pero el objetivo era atraer a clientes que estuvieran sufriendo los rigores del cálido verano neoyorquino.
La alcaldía aprobó a mediados de agosto un decreto por el que apercibía a los comercios que dejaran las puertas abiertas. El segundo aviso llegaba con una multa de 200 dólares y el tercero con otra de 400. Por si la multa no fuera disuasoria, la compañía que provee la electricidad, ConEdison, puso en circulación un folleto en el que explicaba que un comercio de cerca de mil metros cuadrados que dejase la puerta abierta se enfrentaría a una factura de la luz 1.000 dólares más cara ese verano. Y ya por no hablar del recibo medioambiental.
La reacción ciudadana llegaba en una época en la que los candidatos hablaban de energía constantemente. John McCain prometía retirar el impuesto de la gasolina para aliviar la factura de un país que, como bien dijo George Bush hace unos años, tiene 'adicción al petróleo' y muchas veces por la vía del derroche.
Ninguno de los dos candidatos ha hecho realmente énfasis en el ahorro y el fin del despilfarro.
Y no es algo baladí. La American Physical Society ha publicado recientemente un informe en el que dice que la energía que se ahorraría eliminado ineficiencias en el uso 'es la reserva energética de EE UU por descubrir en el siglo XXI'. 'El próximo líder tendrá la oportunidad de ser el primero en la historia que siente los necesarios fundamentos para reducir el uso de energía entre los americanos', decía el Nobel Burton Richter en este informe.