Las jornadas maratonianas no arreglan las crisis
La Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles advierte a los empresarios que el camino para superar la crisis económica 'no debe pasar en ningún caso' por un retroceso en materia de horarios y flexibilidad laboral, y asegura que alargar las jornadas sería contraproducente.
En una carta abierta dirigida a los empresarios españoles, el presidente de la Comisión, Ignacio Buqueras, subraya que en tiempos de crisis, la necesidad de racionalizar los horarios 'es especialmente acuciante'.
Para Arhoe (Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles), brazo ejecutivo de la Comisión, más horas de trabajo no equivalen a una mayor productividad, como lo demuestra el hecho de que España está a la cabeza de Europa en cuanto a horas pasadas en el lugar de trabajo y también es uno de los países menos productivos.
En tiempos de crisis, el ahorro de costes es una de las prioridades para toda organización, señala la carta, y añade que unos horarios más racionales permiten un importante ahorro energético (luces, ordenadores o sistemas de calefacción, entre otros).
Buqueras considera además que las empresas nunca conseguirán ganar en productividad con empleados descontentos, por lo que es necesario potenciar la conciliación y la flexibilidad laboral.
Para el experto, la crisis debe representar una oportunidad para que las empresas se modernicen, por lo que 'ahora más que nunca' las empresas deben esforzarse por buscar medidas que flexibilicen el mercado laboral.
También considera necesario ante la crisis optimizar el tiempo que se emplea en el trabajo y aprovechar el momento para erradicar prácticas como la impuntualidad, las reuniones innecesarias o la falta de planificación.
Arhoe recomienda eliminar la incertidumbre de los trabajadores ante su futuro y que reciban mensajes positivos, porque estarán en mejor disposición para contribuir al proyecto que si reciben señales negativas, como el aumento de turnos o la pérdida de beneficios sociales. Por último, la carta indica que antes de recurrir a los despidos como fórmula para abaratar costes, los empresarios deben explotar al máximo otras posibilidades, como la optimización de los procesos, la gestión adecuada del tiempo y el aprovechamiento de los recursos.