El Congreso convalida los planes de ayuda a la banca, que no se tramitarán como proyectos de ley
El Pleno del Congreso de los Diputados convalidó hoy por una amplia mayoría los dos decretos ley que contiene el plan de ayuda a la banca del Gobierno que, además, gracias a los votos de PSOE, PP, CiU, PNV y UPyD no se tramitarán como proyectos de ley, tal y como pedían el resto de los grupos.
Así, 320 diputados apoyaron el decreto para la creación del fondo de liquidez para la banca, mientras que 4 escaños lo rechazaron y sólo uno se decantó por la abstención. Asimismo, la segunda de las normas, que plantea la concesión de avales de hasta 100.000 millones de euros, contó con 321 votos favorables, mientras que cuatro se abstuvieron.
El primero de los decretos establece la creación de un fondo de hasta 50.000 millones de euros para comprar activos de bancos a cambio de liquidez y eleva la cuantía mínima de garantía de depósitos del Fondo de Garantía desde 20.000 a 100.000 euros por persona y entidad.
Las primeras operaciones del fondo con cargo al Tesoro podrán realizarse este mismo mes de noviembre, para lo que el Gobierno aprobará este ejercicio un crédito extraordinario de 10.000 millones ampliables hasta 30.000 millones.
Este fondo invertirá en activos de máxima calidad y se regirá por los criterios de objetividad, rentabilidad, eficiencia y diversificación, por lo que recurrirá a procedimientos competitivos para la selección de activos, en particular mediante subastas. Las adquisiciones se harán mediante compra en firme o con carácter temporal, según explicó el jefe del Ejecutivo.
El otro decreto responde a las decisiones adoptadas por el Eurogrupo el fin de semana pasado, y permite la posibilidad de otorgar avales para las operaciones de financiación de la banca por un máximo de 100.000 millones de euros.
Esta iniciativa incluye las emisiones de pagarés, bonos y obligaciones admitidas a negociación en mercados secundarios oficiales españoles. Además, el aval se podrá extender, en su caso, a otros instrumentos bancarios, como los depósitos interbancarios, en el marco de un esquema concertado entre los gobiernos de la zona euro.
Además, el segundo decreto abre la posibilidad a la recapitalización de los bancos por parte del Estado, una medida "preventiva y que no será aplicada" según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien admitió que se trata de una idea del Ministerio de Economía y Hacienda.
Durante su intervención en un Pleno extraordinario en el Congreso, Zapatero defendió la puesta en marcha de estos dos reales decretos, ya que, en estos momentos, la intervención pública en el sistema financiero español es "necesaria e insustituible" para asegurar la estabilidad y la financiación requerida por empresas y familias.
No obstante, el jefe del Ejecutivo aseguró que el Gobierno no llevará la intervención estatal a mercados que estén en condiciones de atender satisfactoriamente los intereses generales porque no quiere crear una banca pública ni sustituir al mercado.
Además, recordó que las actuaciones del Gobierno son una respuesta a la urgencia que requería la gravedad de la situación, que obligaba a adaptar nuevos remedios extraordinarios a las circunstancias específicas de la economía española. "Estos dos decretos son para los 45 millones de ciudadanos españoles," recalcó.
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, mostró su apoyo a los dos decretos por tratarse de medidas "muy excepcionales" ante los "grandes males" que aquejan al sistema financiero y por responsabilidad ante el interés general, pero exigió que vengan acompañados también de un "plan de rescate" para la economía real y el empleo.
Durante su intervención, el líder ''popular'' reprochó a Zapatero que dijera que España cuenta con el mejor sistema financiero del mundo, y un año atrás, que la crisis de las hipotecas ''subprime'' no afectaría a España. "Lo cierto es que ha ocurrido justo lo contrario: la crisis nos afecta más que a la mayoría", incidió.