Los concesionarios proponen 1.000 euros de subvención al comprador
La Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto) ha propuesto al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ampliar al Plan VIVE con ayudas directas de 1.000 euros para la compra de coches nuevos y de 900 euros para la adquisición de vehículos usados de hasta tres años de antigüedad.
El presidente de la organización, Antonio Romero-Haupold, presentó ayer la propuesta junto al secretario general, Blas Vives, y aseguró que pretende que sea un 'plan de choque' para rejuvenecer el parque automovilístico y reactivar el mercado. Por ello, piden que su duración se limite a un año y que se apruebe mediante Decreto Ley 'por sorpresa', para evitar que se produzcan demoras en las decisiones de compra.
La patronal de los concesionarios pretende que su propuesta conviva con el Plan VIVE, pero persigue dotar a éste de mayor flexibilidad, de forma que se rebaje de 15 a diez años la antigüedad del vehículo destinado a convertirse en chatarra, con lo que el programa duplicaría el número de automóviles sobre los que se podría actuar, hasta 6,8 millones de unidades.
Además, Faconauto propone que el coche adquirido tenga unas emisiones máximas de 160 gramos de CO2 por kilómetro (frente a los 140 gramos actuales), con lo que entraría en el Plan VIVE un tercio de la oferta automovilística, en lugar del 20% a que se dirige en la actualidad.
Según Romero-Haupold, estas medidas provocarían un aumento de las ventas de automóviles del 10% en un año, lo que elevaría la recaudación fiscal en 772 millones de euros. Teniendo en cuenta que el coste del plan sería de 521 millones, el programa tendría un efecto favorable para Hacienda.