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A fondo

Fusiones y cierres, las esperanzas del mercado

Las Bolsas están dispuestas a agarrarse a cualquier noticia, por muy inverosímil que parezca. La cotización de General Motors se ha visto espoleada en las tres últimas sesiones después de que saltasen los rumores de que el gigante de la automoción de Detroit podría estar planteándose una operación de fusión con un rival, probablemente Chrysler. Esta compañía es actualmente propiedad del fondo de capital riesgo Cerberus, después de su fallido matrimonio con compañía la alemana Daimler.

Las acciones de GM subieron el 33,1% el pasado lunes, y el valor se anota un alza del 36,3% en las tres últimas sesiones. Y eso, tras haber perdido cerca del 73% de su cotización en lo que va de año y cotizar la semana pasada a mínimos que no registraba desde el año 1950.

Nada es imposible, claro está, pero a día de hoy, la posibilidad de una integración de GM con Chrysler tiene escasos visos de ser cierta, incluso si son dos prestigiosos medios como The Wall Street Journal y The New York Times los que la publican en primera instancia.

Chrysler se limitó el lunes a admitir que mantenía 'contactos con posibles socios para explorar oportunidades de crecimiento', pero no desveló el nombre de sus potenciales aliados. 'Chrysler no ha formalizado nuevos acuerdos y no tiene ningún anuncio que realizar en este momento', afirmó. Los medios estadounidenses aseguran que la compañía negocia con la alianza que forman Renault y Nissan.

La idea, además, tampoco es que agrade demasiado al mercado. Global Insight, por ejemplo, consideraba que esta noticia es 'sorprendente', y 'no sólo por el hecho de que las compañías estén considerando medidas desesperadas', sino porque 'los beneficios de una integración de este calibre serían escasos'. Según la consultora, la empresa resultante de una combinación entre General Motors y Chrysler estaría 'inmediatamente en una posición peor a la de cualquiera de estas dos compañías en solitario'.

La agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's, por su parte, aseguró ayer que por ahora mantendrá en vigilancia (creditwatch en su nombre original) con implicaciones negativas la calificación de crédito de General Motors, a pesar de las informaciones publicadas.

'El hecho de que GM se encuentre en creditwatch no se ve afectada de forma inmediata por la posibilidad de una combinación o alianza entre la compañía y Chrysler, a pesar del ahorro potencial que supondría, dado que también implicaría riesgos masivos de ejecución', afirmó el analista de crédito de Standard & Poor's, Robert Schulz, en un comunicado.

El experto añadió que existen otras 'preocupaciones más graves y más inmediatas'. A saber, la presión sobre la liquidez de la compañía a lo largo del próximo ejercicio debido al 'rápido debilitamiento de la situación de la mayoría de los mercados globales del automóvil y el mal estado de los mercados de capitales'. En este sentido, S&P afirmó que considera que GM tiene 'liquidez adecuada' para lo que queda del presente ejercicio, pero asegura que 'el deterioro acelerado de los elementos básicos del sector será un grave desafío' para 2009. Schulz también señaló que se muestra 'escéptico' acerca de la posibilidad de que una fusión entre GM y Chrysler 'proporcione un mayor flujo de caja a las partes implicadas'.

Los sindicatos tampoco ven con buenos ojos la hipotética fusión. El presidente de la organización mayoritaria, United Auto Wokers (UAW), Ron Gettelfinger, aseguró que el sindicato que lidera no apoyaría la operación. El líder de la representación sindical en Canadá, Ken Lewenza, señaló por su parte que ve 'un riesgo masivo de pérdida de empleos' si se confirmase la operación.

Los representantes sindicales de la plantilla de General Motors conocen de cerca el peligro de pérdida de empleos. Ayer mismo, la prensa de Detroit aseguraba que General Motors va a cerrar dos plantas, una de producción de todoterrenos y otra de estampado de metales, lo que provocará la eliminación de más de 2.700 puestos de trabajo.

La primera fábrica que será cerrada, en enero del 2009, será la de producción de todoterrenos de Janesville, en el estado de Wisconsin, que emplea a unas 1.200 personas. La noticia ayudó a que General Motors apurase un alza del 0,5% en Bolsa en la sesión de ayer.

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