El Gobierno de EE UU comprará participaciones en los mayores bancos
No han tenido opción. Los mayores bancos de EE UU venderán acciones preferentes no dilutivas al Gobierno. Este movimiento forma un plan para capitalizar a la banca y engrasar la maquinaria del crédito similar al que se ha puesto en marcha en varios países de Europa y que marca una nueva era en el país del libre mercado.
La reunión que mantuvieron ayer en Washington el secretario del Tesoro, Henry Paulson, y los primeros ejecutivos de los mayores bancos tuvo como objetivo ponerles al día de los planes del Gobierno para el rescate del sistema financiero. Y son planes que les atañen muy directamente por que pasan por una toma de posición pública en sus accionariados. El Tesoro no dio opción a la negativa e inyectará 25.000 millones en Citigroup, Bank of America y JP Morgan a cambio de acciones preferentes sin derecho a voto.
También invertirá entre 20.000 y 25.000 millones en Wells Fargo, 10.000 en Morgan Stanley y Goldman Sachs y entre 2.000 y 3.000 en Bank of New York Mellon y State Street, según fuentes de The Wall Street Journal. Otros bancos pequeños también recibirán el mismo tratamiento, temporal, por parte de la Administración.
La inyección de capital, una medida más apoyada por los economistas que la compra de activos que propuso el secretario del Tesoro y también se contempla en la ley de 3 de octubre, TARP o Plan Paulson. En este plan, que tiene una redacción amplia y flexible además se prevé también la posible compra de hipotecas. Con esta capitalización, que ha animado entre otros el FMI, EE UU pondrá en marcha un plan que se pone a la altura del ya anunciado en la zona euro.
El lunes por la mañana, Neel Kashkari, el director interino de la Oficina de Estabilización Financiera, dijo que el Estado solo será accionista de instituciones sanas y su entrada en el capital de ellas debía servir para que también se animara el capital privado. La oficina de Kashkari será la que se encargue de la gestión de los 700.000 millones de dólares que ahora se empiezan a emplear.
El plan de capitalización, que no es del gusto de todos los bancos que participarán en ella, se completará con otras medidas que serán anunciadas probablemente hoy. Entre ellas una ampliación de la garantía de ciertos depósitos y probablemente la garantía de parte de la deuda bancaria por parte del Gobierno.
Los líderes del partido demócrata dieron su apoyo ayer a este plan de capitalización.