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Hacia un nuevo orden financiero

El Tesoro de EE UU estudia entrar en el capital de la banca

Estados Unidos seguirá los pasos de Reino Unido y utilizará parte del plan de rescate de la banca aprobado por el Congreso -de una cuantía de 700.000 millones de dólares- para entrar en el capital de bancos. Según Reuters, esto ocurrirá antes de noviembre.

Ana B. Nieto

Vamos a usar todas las herramientas que se nos han dado hasta la máxima efectividad', aseguró ayer el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, 'incluida la posibilidad de reforzar la capitalización de bancos de cualquier tamaño'.

A cambio de esta inyección de capital directa, el Tesoro puede terminar teniendo participaciones en estos bancos, a través de warrants o acciones preferentes, incluso de bancos en buen estado de salud. Para algunos medios estadounidenses, entre ellos The New York Times y The Wall Street Journal, la medida está aún en fase de estudio, pero la agencia Reuters asegura que se pondrá en marcha antes de noviembre, citando fuentes cercanas a Paulson. La iniciativa sería muy similar a la que el martes tomó el Gobierno de Gordon Brown en el Reino Unido y que es, en efecto, una nacionalización parcial de la banca.

De llevarse a cabo, Paulson cambia drásticamente las prioridades del plan de rescate de la banca de EE UU, aprobado el pasado día 3 de octubre. Esta variante sería aún más dramática para un país que, hasta hace poco, era el primer defensor del libre mercado.

Entonces, el secretario del Tesoro logró del Congreso una autorización para comprar activos ilíquidos de las entidades financieras, por un valor total de 700.000 millones de dólares. Pero la ley que salió de las Cámaras y que rubricó el presidente George Bush es más amplia y permite, entre otras cosas, inyecciones de capital directas en los bancos que lo pidan e incluso compra directa de hipotecas residenciales y comerciales. La compra de activos ilíquidos podría así dejar de ser la piedra angular, y desde luego más llamativa de la programa.

Con esta acción, en teoría, se reforzaría más rápidamente los balances los bancos y permitiría que se reanimara el flujo crediticio, algo que en estos momentos está prácticamente parado. De hecho, la falta de respuesta por parte de los mercados durante las últimas jornadas es un elemento fundamental para entender la entrada de esta posibilidad que estudia el Tesoro. En los últimos días, la Fed y el resto de bancos centrales mundiales han bajado agresivamente los tipos y ampliado sus inyecciones de capital, además de la acción destinada a aliviar la carga de los activos tóxicos de las entidades financieras por parte del departamento de Paulson. Ninguna de estas acciones ha bastado para acabar con el parón del mercado crediticio.

La inyección de capital era una de las posibilidades que muchos economistas habían ofrecido como mejor alternativa a la compra de activos cuando se negociaba el Plan Paulson, y de hecho, ayer, el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn, enfatizó la necesidad de que se recapitalicen las instituciones financieras cuyos balances hayan sido desestabilizados por la rápida caída del valor de los activos ligados a hipotecas.

El FMI calcula que las pérdidas por estos activos en EE UU pueden sumar 1,4 billones de dólares. Esta institución estima que, debido a esto, la banca necesite recapitalizarse con unos 675.000 millones de dólares adicionales a los cerca de 440.000 que ya se han inyectado. El Fondo lleva días admitiendo que la solución privada no es suficiente y que los Gobiernos deben compensar las necesidades de capital.

Los países emergentes presionan al G-7

Los países emergentes presionarán este fin de semana a los miembros del G-7 (el club de las economías más industrializadas) para que eviten que la crisis financiera arrolle a las zonas en vías de desarrollo. Los líderes de Brasil, Rusia, India y China, entre otros, tratarán de convencer a los más ricos durante las asambleas anuales del Fondo Monetario Interancional y el Banco Mundial, para que mantengan la liquidez del sistema financiero. Algunos de estos países están invirtiendo fuertes sumas de divisas acumuladas durante los últimos años de crecimiento, para sostener sus propias monedas. Rusia ha desembolsado ya 25.600 millones de divisas. El vicepresidente económico español, Pedro Solbes, está previsto que acuda el sábado a la reunión plenaria de la asamblea del FMI, el sábado.

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