Un hogar en Universal McCann
Mónica Deza nos recibe a primera hora de la mañana en su despacho, con una Coca-Cola light sobre la mesa. Es su bebida preferida. No es casualidad, la firma estadounidense fue la primera cuenta de la que se ocupó esta ejecutiva en la agencia de publicidad Universal McCann, adonde llegó como becaria hace 18 años y donde ocupa ahora el puesto de consejera delegada. Madrileña, aunque arraigada a la ciudad de Valencia, en la que ha vivido una gran temporada, y de 42 años, está orgullosa de su trayectoria profesional. 'Yo soy un claro ejemplo de compañía en la que se promociona a la plantilla. Y lo sigo fomentando, cuando hay una vacante en el grupo siempre busco dentro de la organización'. Cree que su desarrollo profesional se debe, entre otras razones, a la confluencia de varios factores.
Por un lado, su manera de ser y actuar. Y por otro lado, estar en el sitio adecuado en el momento idóneo. 'También ha habido personas que me han ayudado mucho y que han confiado en mí. Soy una más de la compañía e intento no hacer las cosas que a mí me molestaban'. Asegura que es una más dentro del equipo. 'En una agencia de publicidad trabaja gente joven y aprendo mucho de todos ellos. Me interesa lo que opinan'.
Mónica Deza tiene una mirada intensa y directa, en la que afloran también los sentimientos, sobre todo cuando habla de su implicación en la ayuda a los más indefensos. Forma parte del patronato de la Fundación Curarte, organización dedicada a ayudar a niños enfermos, y a ese fin ha destinado toda la recaudación de las ventas de un libro que acaba de publicar, Consumidores nómadas, el siglo del mobile marketing (Netbiblo).
Trabaja en un espacio confortable, ambientado con detalle. En esa tarea ha contado con la colaboración de una empresa de decoración, 'he procurado que sea como una prolongación del salón de mi casa'. Tiene su propia teoría al respecto. 'Del trabajo nos vamos a casa porque es donde más cómodos nos sentimos. Entonces, ¿por qué vamos a renunciar a sentirnos así en el trabajo? Paso muchas horas en la oficina y necesito tener un lugar agradable'. Su despacho está decorado en tonos tostados, combinados con muebles de origen oriental, lo que le da una gran calidez a la estancia. 'Intento que todo el que entra aquí se sienta a gusto'.
Asegura que trabaja muchas horas, su cargo lo requiere. 'Llego temprano a la oficina porque si algo quieres conseguir del equipo, tienes que dar ejemplo. Salgo tarde de trabajar, justo a tiempo para pasar un rato con mis dos hijos, y una vez que se han acostado atiendo algunos temas pendientes'.
No le gusta estar encerrada entre cuatro paredes, prefiere estar al lado de las 170 personas que trabajan para Universal McCann y que están repartidas entre las oficinas de Madrid, Barcelona y Valencia. A Mónica Deza no le asustan los retos. Todo lo contrario, le estimulan. Afirma que la actual crisis, 'o el ambiente de incertidumbre que existe', se está notando en el sector publicitario. 'Hay una reducción de las inversiones en publicidad, y estamos a la expectativa de lo que va a ocurrir en los próximos meses. Los anunciantes están revisando la inversión en este sector. Tenemos que tener mucho más foco, con el fin de tener el mejor socio a tu lado'. En este sentido, apunta que la publicidad es el mejor medio que existe para vender. Y recuerda que a veces lo barato puede ser caro, y hay que pedir resultados.
Mónica Deza asegura que dirige la agencia de publicidad de la misma manera que se gestionaría cualquier otra compañía. 'Necesitas tener talento interdisciplinar, del bueno, y cuidarlo, además de flexibilidad para adaptarte a los cambios, con el fin de crecer y de sobrevivir'. Considera que es necesario tener un carácter internacional, 'para tener acceso a lo que ocurre en cualquier punto del globo; de hecho, cada vez es más necesario saber qué sucede en otras regiones, como Asia-Pacífico'. Y siempre teniendo en marcha dos elementos: innovación y creatividad.
Fascinada por la cultura oriental
Sobre la mesa de trabajo tiene una fotografía muy especial. El retrato de su hijo mayor, Pablo, por el que siente una gran devoción. Su hija Laura la lleva en la pantalla de su teléfono de última generación. 'Ella es más pequeña y ha nacido en la época digital. Mis dos hijos siempre están presentes en mi vida'.También muestra con gran halago un regalo que le hizo un amigo suyo: se trata de su imagen reproducida en tres fotogramas al estilo Andy Warhol. 'Me lo regaló porque decía que reflejaba una parte de mi carácter, el optimismo. Y creo que si no eres así y sientes pasión por lo que haces nunca obtendrás resultados'.En una estantería tiene una reproducción decorativa de unos quimonos. 'Los he puesto porque estoy fascinada con la cultura oriental'. Mezclados entre revistas y libros del sector publicitario hay varios regalos de sus hijos, dibujos hechos por ellos mismos. Suele trabajar acompañada de música, que a la vez sirve de elemento de relajación.Entre sus aficiones destaca la lectura, sobre todo de libros relacionados con su profesión, entre los que se encuentra Eficacia publicitaria, las claves del éxito.Le gusta la vela, echa de menos el mar, cocinar y la pintura. 'Me gusta mucho aprovechar el tiempo. No me gusta perderlo, porque es un bien escaso'.