La volatilidad abre la puerta a ganar dinero a corto plazo
A río revuelto, ganancia de pescadores'. Este refrán cobra sentido en la coyuntura actual, pues los especuladores han tomado el control de las Bolsas. Los inversores del más rabioso corto plazo intentan sacar tajada de los espectaculares bandazos de los índices, provocados por las dudas sobre el futuro del plan estadounidense para el rescate del sector financiero.
La volatilidad en la renta variable ha alcanzado cotas históricas. Sin ir más lejos, el índice Vix, que mide la del Standard & Poor's 500, concluyó la fatídica sesión del lunes en el 46,72%, una cifra nunca vista hasta la fecha.
España no es una excepción, de forma que los movimientos son extremadamente erráticos. El Ibex 35 escala ya un 5,18% desde los 10.631,6 puntos, su mínimo anual, a los que cerró el pasado 18 de septiembre. Además, el 40% de los valores que lo forman experimentan subidas o bajadas superiores al 7% desde entonces (véase gráfico).
El mercado se ha convertido en un campo minado para los novatos, si bien los operadores más avezados pueden lograr importantes plusvalías. Destacan los rebotes de Bankinter (18,2%), BBVA (13,5%), Popular (12,9%) y Repsol (11%). De esta forma, la volatilidad implícita del índice de referencia de la Bolsa española cerró ayer en el 43,9%, después de haber alcanzado el martes el 44,5%, según los datos de MEFF. Hay que remontarse a mediados del pasado mes de marzo o a finales del año 2002, cuando comenzó la última gran onda alcista de la renta variable, para hallar una cota superior.
Algunos operadores señalan que una forma de sacar partido a esta situación es vender volatilidad, algo que puede lograrse a través de la venta de opciones. 'Eso sí, hay que tener en cuenta que esta estrategia es muy arriesgada, puesto que si la volatilidad se dispara las pérdidas pueden ser cuantiosas', advierte Mariano Sancho, director de renta variable de Riva y García. 'Con este panorama, son muy pocos los inversores que piensan en invertir a largo plazo. Los operadores que compran en el día son mayoría', explica Aitor Odriozola, director comercial de Cortal Consors. Fuentes de Interdin, bróker especializados en derivados, señalan que es palpable un incremento del número de operaciones con este tipo de herramientas, las que permiten sacar partido con mayor facilidad de los vaivenes bursátiles, tanto al alza como a la baja, de la mano de su apalancamiento.
Los futuros se benefician
Los datos publicados ayer por Bolsas y Mercados Españoles (BME) confirman que en septiembre se produjo un incremento del número de contratos negociados del futuro del Ibex Plus -en los que cada punto del índice supone apostar por 10 euros- por primera vez desde enero (véase gráfico). El volumen creció un escueto, aunque meritorio, 3,1% respecto al mismo mes del año pasado, hasta alcanzar los 737.876 contratos.
El impulso al volumen de futuros es muy superior si se incluye no sólo el contrato Ibex Plus. Así, el total de contratos, incluyendo los Ibex mini -en los que cada punto equivale a un euro- y también los futuros sobre acciones, alcanzó los 8,705 millones, un 26% más que en septiembre de 2007. En competencia directa con los futuros sobre acciones, se sitúan los contratos por diferencias (CFD, según sus siglas en inglés), ofrecidos por varios intermediarios desde el mes de abril del año pasado. A diferencia de los futuros, no están condicionados por un vencimiento y ofrecen más liquidez al operar con acciones.
Bajistas en EE UU
Hoy finaliza la prohibición de realizar ventas a descubierto en EE UU sobre 799 entidades financieras, si bien la medida puede ampliarse en 10 días. El consejero delegado de la Bolsa de Nueva York, Duncan L. Niederauer, mostró ayer su confianza en que así será.