La sanción más alta (318,2 millones) corresponde a la petroquímica sudafricana Sasol, considerada líder del cartel, seguida de la francesa Total, castigada con 128,163 millones.
Shell denunció el pacto ante la Comisión, por lo que fue eximida de multa, en tanto que Repsol vio la suya reducida un 25% por colaborar con la investigación.