Austeridad, inversión productiva y compromiso con el gasto social
Los Presupuestos para 2009 son el elemento fundamental, pero no el único, de la política económica que desde el Gobierno se puede gestionar para hacer frente a la situación económica actual de nuestro país. De hecho, España es el país europeo que ha respondido de forma más vigorosa a la crisis económica. Frente al discurso de: 'El Gobierno no responde a la crisis', lo cierto es que se han adoptado una considerable batería de medidas que han inyectado liquidez a empresas y familias.
Nuestro país finalizaba el año 2007 con un crecimiento por encima de la media europea, unas empresas fuertes internacionalmente, un mercado de trabajo que había superado el récord de ocupación, unas cuentas públicas saneadas y era uno de los países con menos deuda pública de toda la UE. Asimismo, mantenía un ritmo trepidante de inversión en infraestructuras y en investigación y desarrollo. Pese a ello, el proceso de sustitución de la construcción como motor de la economía española estaba todavía a medio camino.
En agosto del pasado año, el panorama económico internacional comenzó a deteriorarse y la economía española inició también una desaceleración que se ha intensificado rápidamente durante 2008. Lo que en principio se presentaba como una moderación del ritmo de crecimiento de la economía española por el inevitable ajuste en el sector inmobiliario, se ha precipitado como consecuencia de factores externos, básicamente la crisis financiera internacional y el alza de la inflación por los elevados precios del petróleo. Los acontecimientos económicos de las últimas semanas, como la quiebra de entidades financieras, la volatilidad en las Bolsas y el debate sobre el Plan Bush nos ha llevado a un momento crítico para la economía mundial, en la cual, como octava potencia económica, España es parte importante.
La previsión de crecimiento para el año 2009 se sitúa en un 1%, resultado de una demanda nacional que continuará notando la caída del consumo y el ajuste en el sector de la construcción. A pesar de este moderado crecimiento, se empiezan a observar elementos positivos de reequilibrio como la mayor aportación del sector exterior al crecimiento: 0,4 puntos en 2009.
Durante este ejercicio, los ingresos del Estado han experimentado un significativo descenso debido a la moderación en los beneficios de las empresas y del consumo y también por las medidas fiscales tomadas por el Gobierno para inyectar liquidez a empresas y familias, que supondrán en 2008 un 2% del PIB nominal, es decir, más de 20.000 millones de euros. España, gracias al superávit de los últimos años, contaba con ese margen para aplicar medidas inmediatas. De hecho, estas cuentas públicas saneadas se han convertido en un auténtico bastión para enfrentarse a la crisis.
En este contexto de desaceleración, hemos presentado los Presupuestos Generales del Estado para el año 2009. Unos Presupuestos que dan respuesta a la situación económica sobre tres pilares: austeridad, inversión productiva y compromiso con el gasto social. Son unos Presupuestos de apoyo al futuro de la economía española y de protección a las personas que más sufren la crisis. Son también unos Presupuestos que, aún aceptado el déficit, lo mantienen dentro de unos límites asumibles.
Durante el año 2009, el Gobierno seguirá impulsando el cambio de modelo productivo. La inversión en infraestructuras crece un 4,5% y el fomento de la I+D+i, un 6,7%; ambas partidas se incrementan muy por encima del crecimiento de gasto total del Presupuesto, que se sitúa en el 2%, si excluimos los pagos por desempleo.
En cuanto al gasto social, los Presupuestos Generales del Estado 2009 aseguran la protección de las personas más afectadas por la situación económica. Una de las principales consecuencias de la actual crisis es el deterioro del mercado del trabajo. Los Presupuestos garantizan las prestaciones sociales y los subsidios de desempleo para 2009. La dotación presupuestaria para el desempleo crece un 25%. Además, hay un incremento del 33% para la aplicación de la Ley de Dependencia y un 8,3% más que en 2008 para pensiones. En Educación, el incremento es del 1,9% y el presupuesto para las acciones en política de vivienda aumenta un 16,6%.
El déficit del Estado se situará el próximo ejercicio en el 1,5% sobre el PIB nominal, pero la Seguridad Social mantendrá un superávit del 0,8%. Las comunidades autónomas, por su parte, tendrán un déficit del 1%, mientras que el desequilibrio en las cuentas de las corporaciones locales alcanzará del 0,2%. Por tanto, el déficit previsto para el conjunto de las Administraciones públicas en 2009 es del 1,9% del PIB, claramente por debajo del límite del 3% establecido en el Pacto de Estabilidad de la UE.
En definitiva, el Gobierno ha presentado unos Presupuestos con un incremento del gasto social para mitigar los efectos del ajuste, pero sin perder de vista las apuestas a medio y largo plazo que se iniciaron en la pasada legislatura para lograr un crecimiento más sostenible y equilibrado. Por ello, el desarrollo de la I+D+i y la inversión en infraestructuras continúan siendo claves para mejorar la competitividad de la economía.
Carlos Ocaña. Secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos