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Cuota

Sapa aspira al 20% del mercado español de perfiles de aluminio

El grupo sueco Sapa aspira a duplicar su actual cuota de mercado en España y hacerse con el 20% del sector de perfiles de aluminio, donde ya es líder. Tras cerrar una de las cuatro plantas que tenía en el país, su nueva estrategia incluye impulsar las ventas al sector solar.

El grupo sueco Sapa mantiene su apuesta por España tras el reciente cierre de la fábrica de Noblejas (Toledo), una de las cuatro plantas que tenía en el país. 'La decisión se adoptó dentro de una lógica enfocada hacia el crecimiento y hacia una fuerza mayor en el mercado español. Estos momentos, no tenemos previsto ningún nuevo ajuste', explicó el director general del grupo en España, Matteo Luppi.

En una entrevista con Cinco Días, Luppi adelantó que la compañía pretende duplicar su actual cuota de mercado para pasar a controlar el 20% del sector del perfiles de aluminio, en línea con los objetivos que se marca el grupo a nivel mundial. Una de las áreas donde la empresa pretende crecer más es la de las ventas al sector de la energía solar, donde ya copa el 25% del mercado en la Península.

Nuevas aplicaciones

La estrategia que el grupo seguirá para dar este salto es doble: por un lado potenciará su red comercial en las áreas con un mayor potencial de crecimiento y, por otro, tratará de ampliar el mercado de los perfiles de aluminio con nuevas aplicaciones. 'Por ejemplo, en la actualidad, el 90% de los paneles solares llevan acero. Nosotros queremos introducir nuevos materiales', señaló.

Sapa, entró en el mercado siderúrgico español tras el acuerdo que cerró su matriz, la multinacional noruega Orkla, con Alcoa. El pacto supuso la creación de una joint venture en el negocio de los perfiles de aluminio que, en España, permitió la toma de control por parte de Sapa de las cuatro plantas de extrusión que tenía el grupo estadounidense: la navarra de Irurtzun (que procedía de Reynolds), la toledana de Noblejas, la gallega de Arteixo (ambas procedentes de Inespal) y la catalana de La Selva del Camp.

En febrero, Sapa presentó un expediente de regulación de empleo para cerrar Noblejas, volcada en perfiles para la construcción, con el fin de ajustar su capacidad productiva a la demanda del mercado. El directivo del grupo subrayó que 'resultaba muy difícil ser rentable con plantas trabajando al 65% de su capacidad'. La planta cesó su actividad productiva la semana pasada. Un centenar de su trabajadores se acogió a las prejubilaciones propuestas, dos personas se recolocarán en otras fábricas del grupo y una treintena pasarán a integrarse en Alugom, otra compañía del sector que ha comprado las instalaciones.

Luppi avanzó que Sapa prevé invertir entre tres y cinco millones de euros anuales en España en nueva maquinaria y en la actualización de las plantas de Irurtzun y Arteixo. Su objetivo es llegar recuperar los niveles de facturación que tenía antes del cierre de Noblejas, con cifras de 170 o 180 millones de euros. En materia de empleo, el grupo quiere reforzar y especializar su red comercial, de forma que la plantilla se pueda ampliar de los 400 trabajadores que tiene en la actualidad a cerca de 450 o 470 empleados.

Para 2009, la principal preocupación del directivo es el precio de la energía, que supone el 10% de sus costes. 'Es un tema muy delicado', admitió. Tras el fin de la tarifa industrial, la factura eléctrica de su planta navarra ha crecido un 15%.

Cambio de directivos y de visión

La llegada de Matteo Luppi a la dirección de Sapa en España se materializó el pasado 1 de junio dentro de un giro en la estrategia del grupo. 'El cambio principal es que se ha decidido trabajar más con los clientes. Hemos decidido pasar de vender perfiles a vender soluciones al mercado', apostilló el directivo.Para materializar la nueva dinámica, el presidente de Sapa para Europa del Sur, Tor Gule, optó por un nuevo perfil de ejecutivo para sustituir a Ignacio Santamaría, que hasta ese momento había llevado adelante la actividad de la filial española.Luppi, con un MBA de la Wharton School, en la Universidad de Pennsylvania (EE UU), venía de trabajar en los tres últimos años como director comercial de la división de perfiles de Sapa en Italia. Con anterioridad, formó parte de la consultora internacional Boston Consulting.Al frente de la planta navarra de Sapa se sitúa Manuel Ezquer, mientras que Francesc Clos se hace cargo de la dirección de la fábrica de La Selva del Camp, y Miguel Ángel Alonso, de la de Arteixo.

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