Varios consejeros de la CNE denuncian los beneficios sobrevenidos de las eléctricas
A través de una explicación de voto incluida en la propuesta de revisión trimestral de las tarifas eléctrica que la Comisión Nacional de la Energía (CNE) ha remitido al Ministerio de Industria, tres miembros del consejo han expresado su preocupación por 'la brecha abierta entre los precios de la electricidad que fijan todos los mercados (..) y los costes de producir esa electricidad, especialmente la que se genera con energías renovables (eólica e hidráulica) y la nuclear'.
Con costes variables muy inferiores a los de las plantas que utilizan combustibles fósiles (plantas de carbón o gas), aquellas tecnologías reciben el mismo precio que éstas en un mercado marginalista que, como el pool eléctrico, es marginalista. Son los denominados windfall profit o beneficio llovido del cielo que reciben las eléctricas.
En la citada explicación de voto publicada en la web del órgano regulador, los consejeros Jorge Fabra, Jaime González y Sebastiá Ruscalleda, reiteran lo que el consejo de administración ya manifestó a Industria en mayo a través del informe complementario de revisión de tarifas del 1 de julio.
Los firmantes consideran que el ensanchamiento de esa brecha 'ha proseguido en el tercer trimestre de 2008 por el encarecimiento de los combustibles fósiles y proseguirá en el cuarto a pesar de que tal comportamiento no afecta a la energía eléctrica producida con fuentes renovables y nuclear, las cuales, tienen un peso superior al 40% de la producción total'.
En este sentido, los tres consejeros reclaman 'una revisión del diseño del mercado de la electricidad de tal manera que los mercanismos mercantiles y el juego de la competencia tenga capacidad de revelar los costes del mix energético y no sólo los de la energía generada con combustibles fósiles que, de acuerdo con la regulación vigente, determinan la retribución de todas las energía'. Ello con indepencia de la amortización de la inversión y las posibilidades de las empresas de acceder al desarrollo de estas plantas en cada momento.
El polémico informe complementario publicado en mayo provocó una reacción airada de las eléctricas, muy especialmente de Iberdrola. La empresa que preside Ignacio Sánchez Galán llegó a acusar al regulador de falsear los datos para calcular que los benecios extras de las plantas hidráulicas y nucleares superarían los 4.000 millones de euros este año, lo que suponía más de la mitad de todos los ingresos del mercado mayorista. Esta y otras acusaciones llevaron a la CNE a exigir a Iberdrola una rectificación o, de lo contrario, adoptaría acciones legales.