El bloqueo de Telefónica en Italia
Quién tiene la posición más incómoda en la corporación Italia hoy? Podría decirse que Telefónica. El grupo español tomó una gran participación en Telecom Italia, el antiguo monopolio italiano, en abril del año pasado. Pagó 1.600 millones de euros en un acuerdo bendecido por el Gobierno italiano que sirvió para rechazar a los depredadores de EE UU. Las acciones de TI se han desplomado un 65% desde entonces. Pero para Telefónica puede llegar a ser más doloroso.
En realidad, el jefe de TI, Franco Bernabè, está en un apuro. Cargado con 40.000 millones de euros de deuda de TI apenas tiene dinero para invertir en las muy necesarias mejoras en infraestructuras. Bernabè está también haciendo malabarismos con las reclamaciones de los inversores italianos y el cada vez más autocrático Gobierno Berlusconi.
Pero el problema en el que se encuentra el antiguo banquero de Rothschild es comparable con la posición española. Una opa sobre TI no es una opción incluso si el jefe de Telefónica, César Alierta, quiso hacerlo. Silvio Berlusconi ha dicho en televisión que TI permanecerá en manos italianas. Aunque él no tiene poder directo para bloquear el acuerdo, podría hacerle difícil la vida a Telefónica.
Incluso más incómodas son las otras opciones meditadas por Bernabè. La entrada de un nuevo inversor -Libia ha sido tanteada- podría provocar que su participación fuera diluida. Del mismo modo, una transformación de las 6 millones de acciones sin derecho a voto en unas normales podría diluir el holding de Telefónica en alrededor de un 30%.
Peor aún, Telefónica vería su precio dividido. Una dudosa división de la red de línea fija en una compañía separada es arriesgado también para la compañía. La idea no está contrastada y es diabólicamente complicada.
También esto palidecería al lado de una venta de los activos brasileños de TI, TIM Brasil. Telefónica podría hacerlo una vez que haya puesto sus ojos en el negocio. Pero le costaría comprarlo ahora porque Telefónica está todavía enredada en un infeliz matrimonio en Brasil con Portugal Telecom, y tener dos redes podría representar obstáculos reguladores. Quizá requeriría diplomacia con la situación regulatoria en el futuro.
Efectivamente, el único premio que Telefónica parece probable que gane es un regalo común italiano para inversores extranjeros: un trato crudo.
Por Rachel Sanderson
Giro en el mercado de bonos
Podría ser esto el giro en el mercado de bonos? La reunión de auxilio a la que siguió la promesa de 700.000 millones de dólares para limpiar de desperdicios tóxicos Wall Street ha durado apenas más que un día de operaciones. Los inversores extranjeros pueden finalmente estar cayendo en la cuenta de lo que ellos han pagado al Tío Sam. Con los bonos y las acciones cayendo -y el petróleo disparándose- esto podría llegar a ser malo.Casi todo este mes, el precio de los bonos del Tesoro crecieron, según la teoría de que, en mitad de una crisis, eran un refugio seguro. Pero, como Hank Paulson y Ben Bernanke han aprobado una apabullante colección de rescates, los inversores empezaron a cuadrar los números. Dependiendo de cómo se cuenten las cuasi nacionalizaciones de Fannie Mae y Freddie Mac, el coste total está ahora sobre un billón de dólares, y posiblemente varios billones de dólares.Si el Tío Sam fuera rico, esto no debería importar demasiado. Pero el déficit del Gobierno es ya enorme como resultado de una lenta economía. En estimaciones conservadoras, crecerá 450.000 millones el próximo año. Esto permite pensar que podría superar el billón de dólares en 2010. Además, el país entero está todavía contando con fondos del exterior para financiar su déficit comercial. El déficit por cuenta corriente está avanzando en 60.000 millones al mes, 720.000 millones de dólares anuales.Desde la perspectiva del inversor internacional, esto está empezando a parecer inquietante. La semana pasada recibieron un rendimiento del bono a 10 años del Gobierno de EE UU de sólo el 3,4%. Incluso si la inflación vuelve a estar bajo control y se sostiene en alrededor del 3%, esto no parece mucha compensación. Algo más parecido al 5%-6% sería razonable. Si la inflación comienza a aterrizar, un rendimiento razonable del bono podría ser aún superior.La pasada semana, el dólar cayó un 3% en un índice ponderado mientras el precio de los bonos del Tesoro a 10 años cayó un 4%. Ponga esto junto y los compradores extranjeros han sufrido un 7% de pérdidas. La verdadera preocupación es que eso podría ser una estampida hacia la salida cuando intenten cobrar antes de sufrir incluso más pérdidas. La Reserva Federal podría entonces ser forzada a la desagradable tarea de elevar los tipos de interés en medio de una crisis.Por Hugo Dixon