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Hacia un nuevo orden financiero

EE UU no consigue convencer a Europa y Japón de hacer un rescate de la banca

La invitación que el Gobierno de EE UU está haciendo a otros países para que imiten su plan de rescate de activos ilíquidos se ha chocado con la negativa europea y japonesa. El G-7 emitió ayer una nota de apoyo, pero no de adhesión a este plan cuyo debate se ha iniciado ya en el Congreso.

El Gobierno español no tiene ni planes ni intención de acudir al rescate del sistema financiero como se ha planteado en EE UU. Según declaraciones a la agencia Efe por parte de fuentes del ministerio de economía, este tiene una 'solvencia acreditada' y 'dista mucho' de requerir un rescate. El ministerio dirigido por Pedro Solbes no ha entrado, si quiera, a valorar el plan de 700.000 millones de dólares para la compra de activos ilíquidos de la banca, planteado por el Tesoro estadounidense.

En parecidos términos se han referido otros Gobiernos a la invitación del responsable de la política económica estadounidense, Henry Paulson, de sumarse a la iniciativa de salvamento de la banca que ha planteado a su país.

'En este momento no creo que Japón tenga que lanzar un programa similar al de EE UU', dijo el viceministro de Finanzas de Japón Kazuyuki Sugimoto en Tokio. En Francia, Christine Lagarde, ministra de economía dijo que los bancos de su país están mejor equilibrados que los estadounidenses. 'No hay preocupaciones sobre la solidez de los bancos franceses', dijo.

'Alemania', por su parte, 'no se sumará al programa de rescate americano', dijo ayer el ministro de finanzas de esta nación, Peer Steinbrueck. Antes la canciller, Angela Merkel, afirmaba que la propuesta para mejorar la transparencia de los mercados en Alemania han hecho innecesario este plan. 'El plan americano es muy importante para ganar estabilidad y confianza, sobre todo, en los mercados financieros, pero la situación de Alemania no es comparable'.

Steinbrueck dijo ayer en Berlin que no se adoptará un programa similar y como no lo harán ninguno de los otros miembros del G7, el grupo de los países más ricos del mundo.

Mientras tanto, en EE UU, el Congreso ha empezado a debatir la aprobación de la propuesta de Paulson presentó a última hora del viernes en apenas tres folios. Este escaso papel demandaba no solo un plan para comprar activos ilíquidos a la banca, de EE UU y extranjera, sino también elevar el techo de la deuda del país y la concesión de un poder prácticamente ilimitado al titular del Tesoro, que es quien gestiona y contrata a los gestores de los activos que terminen en poder público. Paulson no quiere que el Tesoro sea controlado ni por el Congreso ni por el poder judicial, algo que ha sido fuertemente criticado.

Ayer, el senador demócrata Christopher Dodd, presentó una propuesta de 44 páginas en nombre de su partido en la que incluía muchas cuestiones contenciosas para el Gobierno. Una de ellas es que el Tesoro se haga con participaciones ('acciones de contingencia') en las instituciones que quieran vender sus activos, algo a lo que se opone la banca y muchos republicanos. En la breve propuesta de Paulson no se había sugerido esta posibilidad, que permitiría al Estado recuperar en parte la inversión si las empresas rescatadas empiezan a ir bien.

La otra cuestión es que se permita a los jueces de procedimientos concursales que cambien los términos de las hipotecas de tal manera que se rebajen los embargos. Además Dodd quiere que el Tesoro tenga supervisión y no un poder omnímodo y que las pagas de los ejecutivos de las entidades que vendan activos tengan limitadas sus compensaciones. El candidato republicano a la presidencia, John McCain, sugería que los ejecutivos no cobraran más que el funcionario mejor pagado. Paulson no quiere entrar en este punto y cree que limitar la compensación de los ejecutivos 'es punitivo'. El secretario del Tesoro y el presidente de la Fed, Ben Bernanke, comparecerán ante los congresistas hoy y mañana.

George Bush

El presidente de EE UU, George Bush, pidió ayer a los legisladores que se resistan a la tentación de añadir al plan presentado por Paulson ninguna provisión que 'erosione la efectividad del plan'. Bush quiere que este se apruebe a fines de esta semana.

Los accionistas de AIG buscan alternativas

Los accionistas de AIG tenían programado reunirse ayer para discutir alternativas a la nacionalización de la entidad anunciada la semana pasada. Estaba previsto que, entre los asistentes, figurase Maurice Hank Greenberg, antiguo primer ejecutivo del grupo. 'Me parece tremendamente difícil que reviertan la situación. Una opa defensiva por parte de los principales inversores de la firma, a esta escala, no ha ocurrido jamás', reflexionaba James Cox, profesor de la Universidad de Duke. Ayer el rotativo estadounidense The Wall Street Journal dio a conocer que Robert Willumstad, consejero delegado de AIG hasta su estatalización, ha renunciado a percibir la indemnización por despido de 22 millones de dólares (15 millones de euros). Su decisión está motivada por las pérdidas que han tenido que asumir los accionistas y los empleados.

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