Bush pide al Congreso 700.000 millones de dólares para rescatar al sistema financiero
El presidente de EEUU, George W. Bush, defendió hoy la contundencia de la intervención que va a realizar su gobierno para mitigar la crisis, que podría suponer 700.000 millones de dólares, y dijo que es un "precio grande para un problema grande".
Bush, que compareció en la Casa Blanca junto al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aseguró que no ha querido ser "tímido" en la acción contra la crisis, y se mostró confiando en que el Congreso apruebe "pronto" el paquete de medidas que negocia con el Gobierno.
El Ejecutivo de George W. Bush, la Reserva Federal y el Congreso están embarcados desde el jueves por la noche en la negociación de un paquete de medidas contundente que mitigue la actual crisis financiera, que en los últimos días ha sacudido con intensidad los mercados mundiales.
El propio presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se dirigió ayer a un grupo de Congresistas y les dijo, a puerta cerrada, que la economía estadounidense se precipitaba a un "cataclismo" si no se actuaba pronto, según informa hoy "The New York Times".
La medida más importante que hay sobre la mesa es el plan para que el Tesoro recompre los activos dañados que tienen en su cartera las entidades financieras estadounidenses, debido a la crisis de las hipotecas "basura" y a la caída de los precios de las casas.
Algunos congresistas han afirmado que este plan podría suponer el desembolso de entre 500.000 y un billón de dólares, aunque algunos medios financieros hablan de 700.000 millones, en lo que supondría la mayor intervención pública desde la Gran Depresión de los años 30.
Hoy, Bush no quiso confirmar esta cifra, pero sí reconoció que el tamaño económico del paquete que lanzará el Gobierno debe ser monumental, porque le preocupa el impacto que la crisis financiera pueda tener en el resto de la economía. "El riesgo de no hacer nada supera el riesgo del (montante) del paquete. Con el tiempo, recuperaremos parte de este dinero", afirmó.
El presidente reconoció en su comparecencia que su Gobierno, tradicionalmente un firme defensor del libre mercado, sea criticado ahora por las fuertes medidas intervencionistas para corregir los desajustes del mercado.
Según explicó, "cambié de parecer cuando me informaron los expertos de la gravedad significativa de este problema. Se actuó para evitar el descalabro total". "Tome la decisión con los expertos -dijo- y a largo plazo estaremos bien".
Por otra parte, en su discurso radiofónico de los sábados, Bush indicó que "nuestro sistema de libre empresa se basa en la convicción de que el gobierno federal debe intervenir en el mercado sólo cuando es necesario".
"Dada la situación precaria de nuestro mercado financiero -y su vital importancia en la vida cotidiana del pueblo estadounidense- la intervención del gobierno no sólo se justifica, sino que es esencial", explicó.
El presidente defendió en el discurso el paquete de medidas, y se mostró confiando en que "a largo plazo, los estadounidenses pueden tener seguridad en nuestra solidez económica".