Las grandes 'telecos' acusan a Reding de socavar la inversión en fibra óptica
La asociación europea de grandes operadores, de la que forma parte Telefónica, y el grupo europeo de reguladores del sector, donde se sienta la CMT, rechazaron ayer las nuevas directrices de la Comisión Europea sobre el mercado de fibra óptica. Compañías y autoridades nacionales temen que esas normas dañen la inversión en las nuevas infraestructuras.
La Comisión Europea abrió ayer el periodo de consulta pública sobre las directrices de acceso a las nuevas redes de banda ancha en la Unión Europea. El polémico documento, que adelantó CincoDías el pasado jueves, fijará el marco de actuación de las autoridades nacionales cuando regulen las obligaciones de los operadores dominantes en la nueva infraestructura.
Bruselas aseguró ayer que ha buscado un equilibrio entre la necesidad de evitar que las redes de fibra óptica aboquen a una remonopolización del mercado telefónico en Europa y los imprescindibles incentivos para acometer una inversión tan gigantesca.
Pero las primeras reacciones a su proyecto indican que, según los principales actores del mercado, la CE se ha decantado por trasladar a la fibra óptica la estrecha vigilancia que mantenía sobre las redes de cobre. Un planteamiento que, para reguladores y operadoras, no encaja con el modelo de negocio que requiere la banda ancha.
Reding reclama a la CMT que fije un precio para el acceso a la red de fibra óptica
La Asociación europea de operadores de telecomunicaciones en red (ETNO) aseguró ayer que 'la Recomendación, en su versión actual, minusvalora el riesgo que suponen las inversiones en la nueva red'. ETNO, entre cuyos socios figuran Telefónica, France Télécom o Deutsche Telekom, advirtió que aunque el objetivo declarado de la CE es promover la competencia entre infraestructuras, 'las obligaciones de acceso y la metodología de precios prevista en el borrador socavan ese objetivo'.
La respuesta fue igual de contundente y negativa por parte del Grupo europeo de reguladores (ERG), del que forma parte la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). 'Los miembros del ERG se oponen, de manera unánime, a la naturaleza excesivamente prescriptiva de la Recomendación', señalaron los reguladores nada más abrirse una consulta que durará hasta el 14 de noviembre.
La mayor inquietud del ERG atañe a los principios fijados por Bruselas para calcular el precio que podrán cobrar los operadores por permitir el acceso de los competidores a su red. 'Nos preocupa', subrayó el ERG, 'que estas propuestas, si llegan a aplicarse, impidan la inversión, la innovación y la competencia'.
El departamento de Viviane Reding, comisaria de Sociedad de la Información, no se arredró ante las críticas y defendió la racionalidad de su propuesta. 'Se trata de fijar unos principios, no un marco exactamente igual para todos los mercados', señaló el equipo de Reding.
Y la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, señaló en un comunicado que 'queremos normas que no sólo impulsen la necesaria inversión sino que fortalezcan también la competencia en banda ancha'. La CE recordó también que los operadores tradicionales no son los principales inversores en banda ancha, sino que van por detrás de los operadores alternativos y los ayuntamientos.
La polémica Recomendación prevé que los operadores dominantes en banda ancha permitan el acceso de otras compañías a las canalizaciones abiertas para desplegar la red de fibra óptica. Bruselas recuerda que esa obra civil supone el 80% de la inversión en nuevas redes, por lo que su apertura supondrá una gran ayuda para los operadores con menos presencia en el mercado.
Pero el documento contempla también la obligación de abrir la red en sí misma cuando la competencia entre infraestructuras no sea viable, una exigencia que rechazan las grandes compañías. 'La simple extensión de las normas de acceso de la red de cobre a las de alta velocidad no acelerará la inversión', advirtió ETNO.
La Recomendación coincide con la denuncia de Orange contra las condiciones de acceso en España. La CE señaló ayer que sigue esperando el análisis de mercado de la CMT que justifique su decisión de eximir a Telefónica de abrir su nueva red.
Pero el portavoz de Reding advirtió que 'no nos conformaremos con declaraciones, necesitamos hechos. En concreto, sería necesario una oferta de referencia de precio de acceso a la nueva red'. Es decir, como sucede en el cobre.
LA CIFRA
300.000 millones de euros es la inversión estimada para modernizar las redes de telecomunicación en la UE