Brown anuncia 1.200 millones para ayudar a paliar las facturas energéticas
El primer ministro británico, Gordon Brown, anunció hoy un paquete de medidas valorado en 1.200 millones de euros para afrontar el impacto de las facturas de la energía resultado del alza de los carburantes, pero confirmó que, finalmente, el Gobierno renuncia a imponer un impuesto sobre las compañías productoras para aliviar la presión sobre las economías domésticas.
El proyecto representa una de las acciones capitales del plan económico para recuperar la confianza de los ciudadanos, que finalmente ven cómo el Ejecutivo apuesta por la eficiencia como medida a largo plazo en lugar de ayudas directas extraordinarias ante la escalada de precios que se prevén para este invierno y que en principio se habían barajado como una de las principales respuestas.
De esta forma, unos 11 millones de familias contarán con aislamiento térmico de sus viviendas de forma gratuita en los próximos años y otras con descuentos que podrán llegar hasta el 50 por ciento, mientras 600.000 de los hogares más pobres tendrán garantizadas "tarifas sociales" de menor coste a final de año, tras el acuerdo alcanzado con las empresas suministradoras.
Además, se adoptarán acciones para asegurar que las familias con contadores prepago no reciben facturas más altas y, aparte, se ha acordado incrementar las ayudas que actualmente reciben 10 millones de pensionistas en supuestos meteorológicos severos de las 8,5 libras a 25 a la semana, que se sufragarían recurriendo a la reserva del Estado.
No obstante, esta prerrogativa, que supondría para las arcas públicas unos 300 millones de euros semanales, sólo se aplicará si las temperaturas bajan de los cero grados centígrados siete días consecutivos. Además, Brown estimó en seis millones los hogares que podrían contar con aislamiento gratuito hasta 2011, dentro del objetivo que se ha fijado de alcanzar en 2020 un aislamiento térmico apropiado en el conjunto del país que podría llevar a un ahorro anual en las facturas de unos 360 euros por familia.
Participación de las empresas
Con todo, las medidas contarán con una importante participación financiera de las seis principales compañías suministradoras, que ven cómo esta colaboración las exime de una tasa sobre sus beneficios reclamada por los sindicatos, claves en el Partido Laborista, en su congreso de esta misma semana y por los sectores más izquierdistas de la formación que desde hace once años ostenta el Gobierno.
En este contexto, las críticas por la renuncia a este gravamen han aumentado aún más después de que el responsable de E.On en Reino Unido, Mark Owen-Lloyd, ironizase con que un invierno frío significaría "más dinero" para las compañías energéticas. Un comentario inmediatamente corregido por la firma alemana y condenado hoy mismo por Brown como "totalmente inapropiado". "Todo el mundo está en contra de que se hagan declaraciones como ésas", aseveró.