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Proyecto de reforma

Los europeos pobres tendrán más ayuda alimentaria de la UE

El deterioro de la situación económica y el incremento del precio de los alimentos va a obligar a Bruselas a ampliar su plan de asistencia alimentaria. La CE presentará la próxima semana una reforma de ese programa para intentar cubrir las necesidades de un número creciente de desfavorecidos.

El proyecto de reforma, al que ha tenido acceso CincoDías, amplía el número de alimentos disponibles, agiliza la ejecución de la ayuda y permite a los Estados completar el presupuesto (cifrado ahora en 300 millones de euros anuales para toda la UE) con sus aportaciones dinerarias.

La reforma era necesaria por la progresiva reducción de los excedentes agrícolas que nutrían el plan europeo. Pero se hizo políticamente imperativa tras la reciente escalada de los precios de las materias primas porque redujo la cantidad de alimentos disponibles para el programa. Ahora, además, sus gestores esperan un aumento en el número de necesitados, como consecuencia de la ralentización económica en la mayor parte de la Unión Europea.

Entre las medidas anunciadas en junio por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, para responder a esa emergencia figuraba el incremento en dos tercios del presupuesto de ayuda alimentaria, lo que elevaría el plan hasta 500 millones de euros anuales. La CE espera cumplir esa promesa con el nuevo reglamento.

Ese texto, que la CE tiene previsto aprobar el día 17, permitirá a los Estados, además, cofinanciar los planes de ayuda, lo que podría añadir hasta un 50% más de presupuesto en algunos países.

El reglamento también termina con la actual restricción de alimentos disponibles para el programa, que ahora sólo incluye productos sometidos a régimen de intervención en la Política Agrícola Común. Es decir, arroz, cereales, lácteos y azúcar. Las autoridades podrán en el futuro ampliar ese listado, para mejorar el equilibrio de la dieta. Y comprar productos directamente en el mercado, aunque no procedan de unos excedentes agrícolas cada vez más mermados.

El departamento de la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, asegura que ha diseñado estos cambios tras un extenso proceso de consulta con los organismos públicos y las organizaciones encargadas de ejecutar el plan en cada uno de los países de la UE. En la consulta participó muy activamente la Federación española de bancos de alimentos (Fesbal), que agrupa a las entidades de voluntarios encargadas de distribuir los alimentos entre las organizaciones de beneficencia.

España, no en vano, es con 50 millones de euros el segundo mayor beneficiario del programa, a la par de Francia y sólo por detrás de Italia.

Más necesitados

José Antonio Busto, director general de Fesbal, cifra 'en más de 41.000 toneladas' la cantidad de alimentos distribuida el año pasado. Y el número de personas atendidas ascendió a 888.957 en España. Aún así, Fesbal recuerda que la ayuda comunitaria sólo alcanza 'al 39% de las personas en situación de pobreza severa o extrema'. y que la financiación de Bruselas sólo llega para 46,3 kilos por persona y año, muy por debajo de la ingesta de alimentos necesaria.

Busto prevé, además, 'más afluencia de necesitados' durante los próximos meses como consecuencia del deterioro de la economía.

'El 21% de los beneficiarios son emigrantes'

'Cuando yo empecé en esto hace siete años, el 12% de los beneficiarios en España eran emigrantes', recuerda José Antonio Busto, director general de la Federación española de bancos de alimentos (Fesbal). 'Ahora son el 21%', ilustra Busto, al referirse al nuevo perfil de las personas que necesitan ayuda para cubrir sus necesidades alimentarias. No ha sido ese el único cambio. Aunque todavía no dispone de datos precisos sobre el impacto de la carestía de los alimentos en el programa, Busto asegura que 'nos hemos dado cuenta de que las empresas, amarran mucho más'. Es decir, menos kilos de alimentos por los 307 millones de euros que la UE destinará este año a ayuda alimentaria.A España le corresponden 50 millones de euros que canaliza el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. La licitación del FEGA para este año la ganaron, entre otras, empresas como Galletas Siro, Pastas Gallo, Kraft, Industrias Lácteas Asturianas, Acor (azúcar), Arcesa (arroces) o Conservas Huertas. Los fabricantes despachan sus productos a Fesbal, el organismo designado por el FEGA para distribuirlos y controlarlos. Fesbal suele realizar las entregas trimestralmente, 'con especial atención a la del verano', detalla Busto, 'porque entonces los productos suelen tener un plazo de caducidad más corto'.La ingente operación logística, según el director general de Fesbal, acusa a menudo altibajos que suponen un despilfarro económico. 'A veces tenemos el almacén vacío y otras, no cabe el stock'. La reforma del plan que presentará la CE la próxima semana incluye una programación presupuestaria a largo plazo (tres años) para paliar ese problema.

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