Obama se declara partidario de intervenir en Fannie Mae y Freddie Mac
No se puede permitir que las hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac se desplomen. æpermil;ste es el último mensaje enviado por Barack Obama, mientras que en la Convención de su partido se reivindica el sueño americano. El candidato ofreció apoyo a la Casa Blanca en caso de que haya que inyectar capital a estas entidades que, según él, son ya demasiado grandes como para dejarlas caer.
Como presidente no puedo permitir que Fannie Mae y Freddie Mac colapsen'. En unas declaraciones hechas en la tarde del lunes en Iowa, Obama dijo que le gustaría poder penalizar a estas entidades por sus malas decisiones, pero ahora el problema es que son demasiado grandes como para no causar más daño al sistema financiero. Fannie y Freddie son entidades privadas con un objeto social de interés público y controlado por el Estado. De ahí que el apoyo del Gobierno se dé por sentado, ya que los accionistas de ambas entidades han visto como sus títulos se han depreciado un 87% y un 89% respectivamente este año. Obama ofreció ayuda a la Casa Blanca si ésta necesita una inversión pública para apuntalar a estos gigantes, claves en el mercado hipotecario de EE UU (compran o garantizan más del 40% de este tipo de créditos en el país). Eso sí, el candidato demócrata, aseguró que las ayudas no deben proteger a los accionistas. 'No es mi problema si sus inversiones se deprecian'.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, solicitó en julio al Congreso una autorización para intervenir en estas instituciones, aunque no concretó qué cantidades se podrían manejar ni cómo se podría concretar esta intervención. La ley habilita al Gobierno a establecer un plan de 'conservación', que, en la práctica, dista muy poco de una nacionalización.
Obama no concretó cómo llevaría él a cabo el rescate de ambas entidades, pero explicó que, a largo plazo, el Gobierno tendrá que decidir si estas compañías deben ser empresas públicas que no tengan que competir por los beneficios o entidades definitivamente privadas, que no estén amparadas por el Estado. El candidato evitó decantarse por uno de los dos modelos para no añadir más temblores a los cimientos del sistema financiero global.
Hillary Clinton pedirá la unidad sin fisuras de los demócratas
Ayer, Obama estaba en Kansas completando una gira que le llevará el jueves a Denver, Colorado, donde se celebra la convención en la que se oficializará su nominación como candidato a la Casa Blanca. En la segunda jornada de esta reunión celebrada anoche (madrugada en España) la estrella fue Hillary Clinton. De ella se espera, sobre todo, una defensa de la candidatura del que hasta hace apenas unos meses ha sido su competidor. Clinton ya ha dicho que votará a Obama pero tras las largas y duras primarias, muchos de sus seguidores se han desencantado y algunos admiten que prefieren votar a John McCain. Esto es algo que el republicano está aprovechando con una campaña que resalta las fricciones de la familia demócrata.
Hillary Clinton será la segunda oradora estrella de la convención, después de que en la madrugada del martes lo hiciera Michelle Obama, esposa del candidato. Con un discurso emocional, la que podría convertirse en primera dama presentó el lunes a su familia como la personificación de un sueño americano que ahora necesita protección. Así, Michelle Obama y el enfermo senador Edward Kennedy pusieron en pie a una emocionada audiencia.
Después de haber presentado la semblanza más personal e íntima de la familia Obama, llega el turno de abordar el debate sobre la 'renovación de la promesa americana'. Un tema recurrente para un partido que debe enfrentarse a unos electores cuya primera preocupación es la economía.
Obama, defensor del orden que crean los mercados, pero también de las obligaciones del Gobierno, quiere cambiar la coyuntura buscando inspiración en los planes de la Great Society de Lyndon B. Johnson y el New Deal de Franklin D. Roosevelt. Por ello, ha anunciado un segundo plan de estímulo fiscal de más de 100.000 millones de dólares, destinado a las familias con menos recursos y a incrementar la obra pública. A largo plazo, persigue abaratar los costes sanitarios y subir los impuestos a las plusvalías y a los contribuyentes con rentas a partir de 165.000 dólares al año.
ATENTADO
Tres personas fueron detenidas ante la sospecha de que pudieran estar preparando un atentado contra Obama. Las detenciones empezaron el domingo, cuando la policía interceptó un coche con armas. Fuentes oficiales declinaron facilitar más información.
Un millón de personas más aseguradas
Uno de los puntos más negros de la economía social de EE UU mejoró relativamente en 2007. Según los datos presentados ayer por el Censo, el año pasado la cifra de personas sin cobertura médica disminuyó en más de un millón de ciudadanos por primera vez desde que George Bush llegó a la Casa Blanca. No obstante, esta reducción no viene motivada porque más personas pudieran permitirse los normalmente costosos seguros privados, sino porque muchos se suscribieron a los programas del Estado para pobres (Medicaid) o para mayores de 65 años (Medicare). Si en 2006 80,3 millones de ciudadanos estaban cubiertos por estos programas, en 2007 la cifra alcanzó los 83 millones. 45,7 millones de personas se mantienen aún sin asegurar, el 15,3% del total. Las cifras del censo muestran además que el 12,5% de la población es pobre.