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Campaña electoral EE UU

Biden, el candidato de Obama

Como si tomara ejemplo de Steve Jobs, el presidente de Apple, Barack Obama mantuvo hasta casi el último minuto la expectación sobre su elección de candidato a la vicepresidencia. En la madrugada del sábado y cuando ya habían empezado las primeras filtraciones llegó la confirmación de estas. El hombre que Obama tendrá a su lado será el senador demócrata Joe Biden.

Con Biden, Obama intenta ganar varias cosas: canas para una candidatura a la que se ataca por el lado de la inexperiencia, solidez en el flanco internacional y un tirón electoral entre la clase media blanca y los católicos. ¿Qué pierde? El mensaje del cambio, que queda algo deslucido cuando coloca a su lado a un hombre con tan larga vida política en Washington.

Biden, senador por Delaware, tiene 65 años y llegó por primera vez al Congreso cuando tenía 29. Como él mismo narra en su autobiografía, empezó su labor cuando aún había un segregacionista del sur y la continua ahora que Carol Moseley Braun y Barack Obama tomaron sus asientos en el Congreso.

El candidato a la vicepresidencia demócrata ha sido presidente de dos de los dos comités del Senado con más peso: el judicial y el de relaciones internacionales. De hecho, hace solo unos días se encontraba en Georgia, donde tomó el pulso a la actual crisis con Rusia.

En su biografía se describe como católico y miembro de una clase media de Pensilvania, un estado crucial en las elecciones que Obama perdió en las primarias y votó republicano en las últimas elecciones. Su padre era un hombre acaudalado que perdió buena parte de su fortuna y terminó vendiendo coches en un concesionario. Todo ello puede ayudar a conectar al ticket demócrata con unos electores que se están resistiendo al mensaje de Obama.

El senador Biden es abogado de formación pero político por vocación. Su vida ha estado marcada por el drama en dos ocasiones. La primera fue al perder a su mujer y su hija de meses en un accidente de tráfico pocas semanas después de tomar posesión de su escaño como senador en 1972. Años más tarde, en 1988, se presentó por primera vez a las primarias para optar a la presidencia y tras ser acusado de plagiar un discurso abandonó la carrera electoral y fue operado de dos aneurismas en el cerebro.

En estas elecciones primarias también se presentó pero después de los primeros malos resultados, se retiró. Con todo, tuvo tiempo de entrar a trapo para enfrentarse a Obama. Este senador conocido por sus largas frases y los tropiezos verbales, cuestionó la experiencia de Obama en sus primeras intervenciones, dijo que no estaba preparado, y en unas declaraciones que fueron calificadas de racistas llegó a decir que era el primero afro-americano medio que habla bien, es brillante, limpio y agradable".

Desde entonces hasta ahora parece haber llovido mucho. Biden, una de las caras más conocidas de los programas políticos de los domingos, ha estado defendiendo desde hace meses a Obama y el sábado se unió oficialmente al protagonista de la campaña. Biden es uno de los senadores menos ricos. En 2007 recibió un anticipo de 112.000 dólares por un libro y sus ingresos se redujeron a los 165.000 dólares que tiene como salario por su trabajo como senador. Su esposa, que es profesora cobra 20.500 dólares.

Poco después de saberse que era su nombre el que irá con el de Obama en la papeleta, ambos senadores se presentaron en Springfield, Illinois, para, ante una audiencia de 35.000 personas, mandar un mensaje con alto contenido económico y buenas dosis de un populismo del que hizo buen uso Hillary Clinton en su campaña.

Clinton, que nunca fue considerada para este puesto y no fue consultada en el proceso de selección, envió un correo a sus votantes en el que felicitaba a Biden y aseguraba que no solo está deseándo verle en Dever, en la convención demócrata que empieza el lunes, sino que además coincidirá con él en la campaña electoral "en la que trabajará para ayudar a Obama y Biden". Pese a ese lenguaje, los más cercanos a los Clinton aseguran que hay una cierta decepción por el cada vez menor papel que juegan en estas elecciones.

John McCain no tardó en reaccionar. Si apenas cuatro horas después de saberse que Biden era el elegido ya había cartelería y pegatinas con el nombre de los dos, la campaña de McCain tardó también solo horas en poner en circulación anuncios atacando a Obama. En ellos explicaba que el hecho de que Obama necesitara a Biden solo significaba que él había estado en lo cierto todo el tiempo y el demócrata carecía de experiencia que ahora pretende tener de la mano de su vicepresidente.

Con toda probabilidad, McCain eligirá a su compañero para estas elecciones el próximo viernes, al término de la convención demócrata. Todo apunta a que elija a Mitt Romney, el ex gobernador de Massachussets que tuvo que abandonar las primarias también por falta de resultados.

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