Solbes descarta que el repunte de la morosidad ponga en apuros a la banca
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, descarta que la subida de la morosidad derivada de la crisis económica llegue a poner en apuros al sistema financiero español, suficientemente "sólido" y dotado de las reservas necesarias para hacer frente a esta situación. En una entrevista con Efe, Solbes asegura que las cosas "están bien como están" y que no es oportuno "cambiar las reglas del juego durante el partido", razón por la que no ve necesario un aumento de las provisiones para insolvencias exigibles a bancos y cajas.
Para el ministro de Economía y Hacienda no es una buena noticia la subida de la tasa de impagos a las entidades de crédito (1,61% en junio frente al 0,68% de un año antes, según el Banco de España), pero considera que todavía se encuentra en un nivel asumible para el sistema.
A su juicio es muy difícil concretar qué tasa de morosidad supondría un problema para las entidades financieras, si bien descartó que pueda volver a alcanzar el récord registrado en febrero de 1994, cuando la mora se situó en el 8,7%.
"El que suba la morosidad no es bueno, pero las tasas actuales no están muy lejanas de la media que ha existido en Europa en los últimos años", asegura Solbes, para quien la tradicional baja morosidad de España se explica en el hecho de que la mayor parte de los créditos están vinculados a hipotecas, uno de los productos con menos impagos.
La reducida mora, unida al colchón para insolvencias y al mantenimiento de los beneficios, hace que la situación de la banca española sea "radicalmente diferente" a la de la banca estadounidense, caracterizada por contar con un "sistema de financiación paralelo" que no ha tenido reflejo ni en su balance ni en sus cuentas.
Por esta razón, el vicepresidente segundo deshecha la posibilidad de que en España pudiera llegar a ocurrir algo parecido a lo vivido en EE UU, donde el gobierno ha tenido que intervenir para salvar de la insolvencia a los dos gigantes del sector hipotecario de ese país, Fannie Mae y Freddie Mac.
No obstante, Solbes reconoce que "pueden verse más afectadas" aquellas entidades financieras cuyas operaciones estén excesivamente concentradas en actividades inmobiliarias, aunque asegura que, con la información de la que dispone, está "muy tranquilo" con respecto a la situación de todo el sistema financiero español. En su opinión, el frenazo del sector inmobiliario residencial es el único "problema propio" de España en el marco de una crisis derivada del contexto económico internacional.
"El ajuste inmobiliario no es un tema de este año, es algo que viene de antes", dice Solbes, para quien "lo lógico" es que el "periodo de adaptación" se prolongue durante 2008 y 2009, sobre todo en lo que a cifras de actividad se refiere, mientras que considera difícil pronosticar si el precio de la vivienda seguirá registrando caídas en términos reales (una vez descontada la inflación).
A su juicio, el parón de la construcción es la corrección necesaria del "atracón" de viviendas iniciadas en 2006 y en el primer semestre de 2007 (664.924 y 291.327, respectivamente, según datos del Ministerio de Vivienda), razón por la que para 2008 prevé que la cifra de casas comenzadas baje a alrededor de las 300.000.
Según Solbes, la promesa del Gobierno de facilitar la construcción de 150.000 viviendas protegidas cada año tendrá un "efecto real" sobre el mercado tanto en actividad como en mejora de la accesibilidad, "que es el agujero que todavía existe en este país", con vivienda libre suficiente pero en el que mucha gente aún "no puede permitirse una primera vivienda porque su coste es muy caro".
En cuanto a política energética, el vicepresidente segundo descartó una nueva subida de la luz este año tras el incremento medio del 8,9% llevado a cabo a lo largo de 2008, en tanto que eludió pronunciarse sobre la operación de compra de Gas Natural sobre Unión Fenosa, que tendrá que ser analizada y aprobada por las autoridades de competencia.