Otro escenario de petróleo y dólar
Los precios de las materias primas están bajando tan rápido como subieron hace unos meses, y lo están haciendo, en parte, al ritmo que marcan las divisas. Tras tocar máximos, el cobre, el oro, el níquel, el maíz o el trigo, han empezado el descenso. Han seguido de forma mimética la estela del petróleo, que ha caído un 20% en un mes. Los expertos no se atreven a aventurar si se trata de una tendencia sólida o tan sólo un valle que puede dar lugar a nuevos repuntes. No hay indicios claros que permitan vislumbrar cómo se van a comportar las commodities en los próximos meses, pero las dudas sobre la recuperación económica, trasladadas ahora a Europa, están provocando fuertes descensos de los precios.
Los organismos internacionales e institutos de coyuntura esperan poco de 2009 en términos de crecimiento. Las economías más ricas mantendrán los ritmos débiles que padecen ahora, cuando la UE-27 y la zona euro registran caídas del PIB en el segundo trimestre, con retrocesos del 0,1% y del 0,2% en términos trimestrales. A ello hay que sumar un frenazo en las economías emergentes, que no podrán mantener crecimientos del PIB de dos dígitos. En el caso de China, el final de la Olimpiada supondrá una desaceleración de la actividad. Y Brasil y Rusia, que se han visto muy beneficiados por los precios de las materias primas, verán mermar sus divisas, lo que llevará a sus economías a crecer a ritmos más sosegados. Ante tal perspectiva, especuladores y productores de las materias primas han aceptado que no se pueden sostener los altos precios alcanzados en los últimos meses.
Puede considerarse que se está abriendo un nuevo escenario económico mundial, aunque ahora sólo se trate de una tendencia no definitiva. La inflación tiene necesariamente que ir cediendo ante la disminución de los precios del petróleo y del resto de las materias primas, fundamentalmente las que empujaban los precios finales de los alimentos. No obstante, si los precios de hace unos meses estaban plenamente justificados a ojos de los expertos por la demanda mundial, no es descartable que más pronto que tarde la tendencia de las materias primas retome la senda alcista para instalarse de nuevo en las cotas que han puesto contra las cuerdas al crecimiento.
En todo caso, detrás del descenso de precios de las materias primas está sin duda el cambio de tendencia iniciado por las divisas, en favor del dólar. Un billete verde más fuerte mantiene las rentas de los productores de primeras materias incluso a un precio más moderado. Esta tendencia, acelerada la última semana, podría consolidarse en los próximos meses. De hecho, el consenso de los analistas cree que el euro se depreciará hasta cerca de 1,3 dólares por unidad en 2009, como consecuencia de las expectativas de que la crisis económica eche más raíz en Europa que en EE UU.
Ambas circunstancias, materias primas y euro más baratos, son dos buenos argumentos para la recuperación de la economía europea y española. Cederá la tensión de precios imputable al crudo y los alimentos, lo que permitirá una relajación de los tipos de interés, y los bienes y servicios prestados por empresas europeas recuperarán el atractivo del precio que habían perdido por las cotas altísimas alcanzadas por el euro.