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Previsiones del Banco de Inglaterra

El IPC en Reino Unido superará el 5% a finales de año y la economía se estancará

El Índice de Precios al Consumo (IPC) del Reino Unido probablemente superará el 5% en tasa interanual a finales de 2008, lo que se sumará a una economía cuyo crecimiento será mínimo o incluso negativo, según el informe trimestral sobre inflación del Banco de Inglaterra, publicado hoy. Además, el banco central asegura que en la actualidad la incertidumbre sobre las previsiones de inflación es más grande que nunca.

Así, afirma que la evolución de la inflación en el país en los próximos meses dependerá del incremento de las facturas de gas y electricidad, que se anuncia muy fuerte. La tendencia más probable prevista en el informe, que asume que los tipos de interés se moverán de acuerdo a las previsiones del mercado y que habrá nuevos aumentos de las facturas de la energía, es que haya una bajada "brusca" a medio plazo, hasta situarse a mediados de 2010 alrededor del objetivo gubernamental del 2%.

Ayer se conoció que el IPC se situó en julio en el 4,4% en tasa interanual, frente al 3,8% del mes anterior, principalmente por la subida de los alimentos y de las bebidas no alcohólicas. El IPC, que superó las previsiones del mercado, rebasó por tercera vez en 2008 y por cuarta desde 1997 el 3%, lo que obliga al gobernador del Banco de Inglaterra, Mervyn King, a enviar una carta de explicación al ministro de Economía, Alistair Darling.

Pese a esta previsión de que la inflación bajará en el medio plazo, el informe también incluye escenarios más pesimistas que podrían llevar al IPC hasta el 6% a finales de este año y a más de un 3% a mediados de 2010.

En su informe de hoy, el Banco de Inglaterra prevé que la tasa interanual de crecimiento del PIB del Reino Unido esté a finales de este año y comienzos del próximo en torno a cero, como consecuencia de un deterioro del mercado laboral, un endurecimiento de las condiciones crediticias y una caída mayor de lo previsto en el mercado inmobiliario. Asimismo, King no descartó por completo que la economía británica pueda decrecer y entrar en recesión.

A la hora de establecer su política monetaria, el Banco de Inglaterra se está viendo obligado en los últimos meses a decidirse entre dos problemas cuya solución requiere acciones contrapuestas.

La ralentización de la economía británica invitaría al banco central a rebajar los tipos de interés, actualmente en el 5%, pero el crecimiento de los precios ha centrando la preocupación del Banco de Inglaterra. Según algunos analistas, la negativa previsión sobre la evolución de la economía podría llevar a una rebaja del precio del dinero.

King calificó el próximo año de "difícil" debido a una inflación alta y a una producción que apenas crecerá. Sin embargo, el gobernador del Banco de Inglaterra se mostró confiado en que, con una política monetaria centrada en reducir la inflación, la economía británica experimente una década "no tan mala".

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