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Mercados

La Bolsa cierra la semana con alza del 1,99%

Un año después de que explotara, la crisis se ha enquistado en el sistema, aunque la caída del Brent ha reanimado las Bolsas esta semana.

Exactamente un año después de que explotara la crisis financiera, el escenario que afrontan las Bolsas resulta desesperanzador. El deterioro de perspectivas económicas se ha extendido desde EE UU a Europa y Japón a una velocidad de vértigo. El sistema financiero sigue herido y la inflación continúa desbocada a nivel mundial debido a la escalada de las materias primas. Una crisis de envergadura que estalló el 9 de agosto de 2007 cuando la inesperada inyección de 94.000 millones de euros por parte del BCE puso en evidencia las tensiones del mercado interbancario.

Agosto de 2007 será recordado como uno de los meses más turbulentos de la historia. A la primera inyección del BCE siguieron actuaciones conjuntas del la Reserva Federal, el BCE, y los bancos centrales de Japón, Canadá y Australia -210.000 millones- para tratar de evitar una restricción del crédito, algo que finalmente se materializó. Otras medidas de emergencia siguieron. El mismo 17 de agosto la Reserva Federal logró tranquilizar algo a los mercados al bajar los tipos de descuento del 6,25% al 5,75%. Los meses siguientes siguió actuando con agresividad y medidas innovadoras como el acceso a la ventanilla de descuento de la banca de inversión, el rescate de Bear Stearns y una drástica reducción de los tipos de interés desde el 5,25% al 2% actual.

Se esperaba que a medida que los bancos fueran desvelando las pérdidas derivadas de la exposición a activos subprime la normalidad se restablecería en los mercados, impulsada también por las medidas extraordinarias adoptadas por los bancos centrales. El BCE, pese a no bajar los tipos de interés, también ha aumentado las facilidades de crédito.

El Ibex cierra a las puertas de los 11.800 tras subir el 1,99% en cinco días

Wall Street rebota pese a los malos resultados del sector financiero

Un año después el panorama no acaba de despejarse para las Bolsas y España, pese a evitar involucrar al sector financiero en la compra de activos subprime, sufre su propia penitencia por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Los expertos consideran que la situación tardará en normalizarse y esta misma semana el Banco de España recomendaba a las entidades que busquen nuevos nichos de negocio y acudan más a los mercados con emisiones de deuda.

Queda algo de esperanza. El peor de los escenarios para las Bolsas sí parece perder fuerza a raíz de los acontecimientos recientes. El miedo a un estancamiento económico con una inflación disparada remite gracias a la relajación del precio del petróleo. El barril de Brent ha pasado de un máximo de 147,5 dólares en julio a cotizar en el entorno de los 113 dólares tras un retroceso cercano al 9% esta semana. La caída del crudo se ha visto acompañada, además, de la relajación del precio de otras materias primas, un conjunto de variables que elimina tensiones inflacionistas y suaviza la presión sobre los tipos de interés. De hecho, esta misma semana tanto la Reserva Federal como el BCE han mantenido los tipos de interés en el 2% y el 4,25% respectivamente, a la vez que han mandado el mensaje de que no los tocarán en un tiempo. Al menos eso es lo que ha interpretado el mercado, y los futuros auguran subidas en EE UU como pronto a final de año, mientras que para Europa ya se empieza a hablar de que el próximo movimiento del BCE será a la baja y no antes del próximo año.

En este contexto las Bolsas han aprovechado para rebotar, mientras que la rentabilidad de la deuda ha continuado a la baja -el bono español a 10 años cayó al 4,58%-. Así, el Ibex ha ganado el 1,99% en la semana tras subir el 0,7% el viernes y quedarse a las puertas de los 11.800 puntos. El Euro Stoxx se ha anotado el 2,77%, mientras que el Dow Jones subió el 3,6% en la semana tras repuntar el 2,65% el viernes.

'El impulso de un petróleo más barato y tipos de interés de mercado más bajos, junto a resultados empresariales que tienden a situarse por encima de las expectativas, se ve contrarrestado por las malas perspectivas económicas y por la continuidad de las dificultades del sector crediticio', explica Banco Urquijo.

Las Bolsas europeas cuentan además con la caída del euro como otro aliado. Sin embargo, las dificultades del sector financiero, resaltadas con los malos resultados de HSBC, Royal Bank of Scotland, Freddie Mac, AIG o Fannie Mae esta semana, así como los pésimos datos económicos publicados recientemente hacen que los expertos se muestren muy escépticos sobre las Bolsas. 'Los argumentos para el rebote existen pero el fondo es muy peligroso por el entorno macroeconómico. No me fío de las subidas', dice Javier Barrio, de BPI.

Los próximos días traerán nuevas pistas. En EE UU destacan el IPC y las ventas minoristas de julio, mientras que en Europa se conocerán los datos de inflación de julio y de crecimiento del segundo trimestre. Los expertos temen que se confirme los indicios que apuntan a la contracción del PIB en el segundo y el tercer trimestre.

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