Primer oro olímpico para España por el tren del aeropuerto de Pekín
Técnicos españoles han desarrollado y puesto a punto un servicio idéntico al de la T4 de Barajas.
La apuesta generalizada y persistente que España ha hecho durante las dos últimas décadas en favor del uso y de la extensión del ferrocarril en cualquiera de sus formas, produce en ocasiones premios insospechados. Resulta que el tren automático para servicio interno de conexión entre las diversas terminales del nuevo aeropuerto de Pekín, construido con motivo de la celebración de los inminentes Juegos Olímpicos, ha sido desarrollado y puesto a punto por un equipo de profesionales locales asesorados y dirigidos por técnicos españoles.
Las autoridades aeroportuarias pekinesas han quedado tan satisfechas del trabajo realizado que quisieron contratar a largo plazo a los expertos españoles (que finalizaron su tarea el pasado abril). Querían contar con su concurso con el fin de que ningún incidente en el funcionamiento del tren pudiera empañar la cita olímpica, que se ha convertido en un reto trascendental para la imagen de modernidad que quiere transmitir al mundo durante este mes de agosto el coloso emergente asiático.
El ascendiente español sobre el tren automático del aeropuerto de Pekín se ha producido a pesar de que la tecnología de su infraestructura y de su material rodante han sido suministrados por el fabricante canadiense Bombardier.
Las autoridades chinas han querido asegurar para el enlace de la terminal aeroportuaria de Foster la misma fiabilidad que tiene la T4 de Barajas
La identificación con España que los chinos hacen de este tren tiene su origen en el hecho de que la versión puesta en servicio en Pekín es una réplica casi idéntica de la que, con tres años de anticipación, presta servicio entre la Terminal 4 y el satélite del nuevo aeropuerto de Madrid-Barajas. Por este motivo, el equipo de expertos que Bombardier desplazó durante el invierno a China para poner a punto la nueva infraestructura han sido mayoritariamente de nacionalidad española.
David Torres, responsable en Bombardier del sistema gemelo de movilidad de Barajas y supervisor del equipo desplazado a China, ha explicado que 'en el contrato que firmamos con AENA para el aeropuerto de Madrid se fijaron unas condiciones muy exigentes de disponibilidad de los trenes, con un compromiso de fiabilidad del 99,5%. En el último año hemos conseguido elevar ese ratio al 99,79%. Y fue precisamente la posibilidad de conseguir una explotación sin sobresaltos casi al 100% lo que llevó a las autoridades chinas a reclamar que el equipo español de Bombardier fuera el que pusiera en servicio el tren automático del aeropuerto de Pekín'.
La terminal del aeropuerto de la capital olímpica, diseñada por Norman Foster, tiene forma de dragón y está considerada como la más grande del mundo. Su tamaño equivale a 17 estadios de fútbol.
El tren chino de Bombardier que servirá para interconectar las partes de este monstruo, es un sistema sin conductor que opera en doble carril guiado entre tres estaciones y tiene capacidad para mover un máximo de 3.840 pasajeros cada hora.
David Torres el responsable español en esta aventura asiática recuerda que 'durante más de cinco meses los técnicos nacionales se integraron tan estrechamente con los chinos que al final no querían dejarlos volver'.