El rally bursátil de Iberdrola será moderado, según JPMorgan
JPMorgan advierte que el proceso de venta de Unión Fenosa será largo, lo que retrasará la toma de posiciones de ACS en Iberdrola y suavizará el ímpetu con que ha reaccionado la eléctrica vasca en Bolsa.
Iberdrola se ha disparado casi el 10% en las tres últimas sesiones, animada por la expectativa de que ACS se refuerce en su capital una vez que ha pactado la venta de su participación en Unión Fenosa a Gas Natural. Pero el rally bursátil de la eléctrica que preside Sánchez Galán no tiene demasiados apoyos para continuar en el plazo más inmediato, ni ACS tiene todas las papeletas a su favor para una rápida toma de posiciones en Iberdrola, según explicaba ayer JPMorgan en un informe.
La firma estadounidense recuerda que la cotización de Iberdrola partía de un castigo bursátil acumulado durante todo el año -había perdido el 22,3% hasta que se conoció el acuerdo de ACS con Gas Natural-, lo que explica en buena medida su disposición para recibir con un generoso rebote las nuevas noticias del sector energético. Además, asegura que el impulso de las últimas sesiones es una verdadera tentación para la toma de beneficios en el corto plazo.
Iberdrola se ha puesto sin duda en el disparadero, a la vista de que con la venta de Unión Fenosa, ACS queda libre para concentrar sus energías en la eléctrica vasca. Pero el camino será largo y no exento de obstáculos hasta que la constructora que preside Florentino Pérez consiga este probable objetivo.
Por el momento, ACS tiene una participación en Iberdrola del 7,2% del capital, y cuenta además con opciones de compra sobre otro 5,2%. Sin embargo, para consolidar la participación en la eléctrica por puesta en equivalencia -y conseguir así el máximo beneficio para la cuenta de resultados-, ACS debería contar con al menos el 20% del capital. 'Advertimos que incluso con ese 20% de Iberdrola, puede que no pudiera consolidar la participación porque los derechos de voto están limitados al 10%', recuerdan en JPMorgan.
La firma puntualiza también que la desinversión de ACS en Unión Fenosa no se explica únicamente por el deseo de apostar por Iberdrola sino por la presión de las deudas sobre el balance de la constructora. 'Nos sorprendería que ACS se volviera a endeudar en la misma proporción en que lo hizo en los dos últimos años para adquirir acciones de Iberdrola', añade JPMorgan en su nota.
La venta de Fenosa, y la posterior amortización de deudas, dejarían un capital disponible para reinvertir en Iberdrola de 4.310 millones de euros, si bien el pago por parte de Gas Natural llevará su tiempo. Por lo pronto, ACS recibirá 1.700 millones de euros en la próxima semana pero el resto del capital -hasta alcanzar los 7.590 millones de euros de la transacción- no llegarán hasta que la operación haya conseguido todas las autorizaciones de los reguladores.