ArcelorMittal dice que el alto coste de la energía impide nuevas inversiones
ArcelorMittal, a través de Gonzalo Urquijo, el único español en la dirección general de la mayor siderúrgica del mundo, lanzó ayer un mensaje de preocupación empresarial sobre el nuevo sistema de tarifas eléctricas, vigente en España desde el pasado 1 de julio. El grupo ha calculado que su factura energética se ha encarecido hasta un 80%, 'lo que va a condicionar sin duda el desarrollo de inversiones futuras', según Urquijo.
Tras el mensaje para la administración y las operadoras eléctricas, el director general de ArcelorMittal reiteró ayer que las inversiones a corto plazo, las comprometidas para este año en España, por importe de unos 200 millones de euros, siguen adelante sin cambios. Incluso añadió algunos proyectos a la lista de operaciones ya anunciadas.
En el País Vasco impulsará un programa de investigación que costará 100 millones, a aportar al 50% con el Ejecutivo de Vitoria. En Asturias invertirá 30 millones en producir un nuevo modelo de carril ferroviario, preparado para la alta velocidad. A Navarra destinará otros 30 millones para reordenar su base fabril en esa comunidad, lo que supondrá un recorte de 230 empleos.
Urquijo no dejó fuera de su discurso los proyectos que ArcelorMittal también desarrollará en sus instalaciones de Madrid, Aragón y Valencia, para demostrar la trascendencia social y económica de un grupo que en España emplea a 12.000 personas.
El optimismo cambió con las inversiones a medio y largo plazo, 'porque el nuevo marco tarifario en vigor desde el pasado 1 de julio abre muchas incógnitas'. Urquijo aclaró que ArcelorMittal quiere aumentar su producción de acero en España hay planes para aumentar la capacidad de uno de los dos hornos altos en Asturias, y de la Acería Compacta en Vizcaya, entre otros proyectos, pero las inversiones futuras se decidirán 'en clave de costes', aseguró el presidente del comité de inversiones del grupo ArcelorMittal.
Comparación con Europa
En esta línea, añadió que la tarifa eléctrica española debe ser competitiva con las vigentes en el resto de Europa. 'Queremos energía al precio que las empresas pagan en Francia, Bélgica, Italia o Europa del Este, por ejemplo. Al final se trata de saber si queremos tener un país con industria o centrado en exclusiva en el sector servicios'.
Con el actual sistema de tarifas eléctricas, 'sólo es cuestión de tiempo que las empresas se vayan al otro lado de los Pirineos'.
A fecha de hoy, ArcelorMittal no ha aparcado ninguna inversión en España por la reciente subida de su factura eléctrica. De momento se va a centrar en desarrollar la batería de proyectos desgranados ayer, 'pero como sigamos así, desde luego que nos va a condicionar' las inversiones futuras. Los planes de unos 200 millones en España suponen tan sólo el 4,2% del presupuesto inversor del grupo en todo el mundo este año (más de 4.600 millones de euros). La multinacional controlada por la familia hindú Mittal no conoce fronteras a la hora de desarrollar sus proyectos, y esta semana ha anunciado numerosas inversiones en las economías emergentes de China e India, y en otros mercados donde consideran que aumentará la demanda de acero, como Bosnia, Polonia, Kazajistán y Sudáfrica. Además, la siderúrgica sigue empeñada en aumentar sus niveles de autoabastecimiento de materias primas como el carbón.
Mejor para el tercer trimestre
Lakshmi Mittal, presidente de la siderúrgica, presentó el pasado miércoles el balance del primer semestre, en el que ganó 5.364 millones netos, un 43,3% más. Un dato que sorprendió a los analistas por la capacidad de la multinacional para conseguir, sólo en los tres últimos meses, un Ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de 8.000 millones de dólares, más de 5.300 millones de euros. Gonzalo Urquijo confirmó ayer que la multinacional mejorará este trimestre esa cifra, para conseguir de julio a septiembre un Ebitda superior a los 8.500 millones de dólares (unos 5.700 millones de euros). ArcelorMittal se mantiene optimista en medio de la incertidumbre que afecta a la economía mundial, porque espera que siga creciendo la demanda de acero a un ritmo entre el 3% y el 5%. La crisis de España sí que le preocupa, sobre todo la de la construcción, su principal cliente.