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Columna
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Iberdrola, la tentación de ACS

Qué debería hacer ACS con sus 6.700 millones de euros? La compañía constructora española ha hecho un dineral con la venta a Gas Natural de su participación del 45% en Unión Fenosa. Incluso después de devolver los préstamos que había contraído en la compra de esta participación, el jefe de la compañía, Florentino Pérez, tendrá 4.800 millones de euros de los que disponer.

Hay muchas buenas formas de gastarlos, incluida la de devolver un poco más de deuda. Ciertamente, el actual monto de la deuda de ACS se reducirá a la mitad después de sacar de balance la deuda propia de Unión Fenosa y de cancelar el préstamo para las acciones. Pero Fenosa ha contribuido con el 60% del Ebitda de la compañía. Si ACS fuera a invertir el dinero en lo que ya ha insinuado, acciones de Iberdrola, en lugar de en la cancelación de la deuda, la ratio de deuda neta respecto al Ebitda, que no incluye dividendos, se elevaría en realidad de 4,8 a 6,2 veces.

ACS podría también incrementar su participación del 25% en Abertis, cuyas acciones han caído en picado en las últimas semanas, y donde ACS tiene representación en el consejo y ejerce alguna influencia. O si, Pérez se siente audaz, ACS podría incluso hacer una oferta por Hochtief, la compañía constructora alemana de la que tiene una participación del 25%, cuya capitalización de mercado se ha hundido hasta unos accesibles 3.400 millones. Luego existe siempre la prudente opción de usar el dinero para invertir en su propia infraestructura u operaciones de servicios.

La opción menos atractiva sería invertir más en la eléctrica española Iberdrola. Pero esto es exactamente lo que ACS ha dado a entender que podría hacer. La mera insinuación ha elevado ya el precio de las acciones de Iberdrola y ha hecho cualquier compra más cara. ACS ya posee una participación del 7,2%, más el derecho a comprar otro 5,2% a través de derivados. Convertir eso en acciones le costaría 2.300 millones de euros. Si reinvirtiera el resto de lo recaudado, elevaría su participación hasta el 18%.

Pero esto es un movimiento arriesgado. El jefe de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, nunca ha visto amablemente la inversión de ACS en su compañía. ACS no tiene puesto en el consejo, y sus derechos de voto están limitados al 10%. Sólo por haber hecho un 50% de retorno absoluto en Unión Fenosa, la tentación para Pérez de probar su suerte en Iberdrola puede ser irresistible.

Por Fiona Marhag-Bravo.

Deutsche bank se modera

Al fin, Deutsche Bank ha cambiado de opinión. Empezó orgulloso por haber esquivado a las subprime, y luego se volvió excesivamente optimista diciendo que la crisis financiera estaba llegando a su fin. Pero el director ejecutivo del banco alemán, Josef Ackermann, parece haberse quitado sus gafas de color de rosa. Los resultados del segundo trimestre seguramente ayuden a explicar este nuevo punto de vista.Ha tenido algunas buenas noticias, pero cada una compensada con un sí, pero. El beneficio neto de 645 millones de euros superó las expectativas. Pero el 37% vino de la venta de participaciones industriales, y también estuvo favorecido por créditos fiscales. Los beneficios de la banca de inversión de Deutsche cayeron sólo un 18%, sugiriendo un alza significativa de las acciones. Pero estas ganancias llegaron en la época en que los clientes llevaban a cabo muy pocos intercambios y necesitaban menos asesoramiento en fusiones y emisiones.El balance provocó decepciones similares. El alto endeudamiento de Deutsche ha sido una continua preocupación para los inversores, especialmente cuando los reguladores presionan para reducir el apalancamiento. Aunque el banco sigue defendiendo que el enfoque del regulador debería estar en los activos de riesgo ponderado, pese a eso se deshace del 7% de sus activos brutos durante el trimestre. Y el capital de los accionistas cayó una cantidad parecida, lo que supone que su tasa de apalancamiento apenas se ha movido.Deutsche también recibió 2.300 millones de euros en amortizaciones de su cartera de crédito. Puede tener una mejor calidad de las carteras, pero los inversores, a falta de más detalles, seguirán preocupados. La exposición del banco a las monolines, que una vez tuvieron la máxima calificación, se contabiliza al valor nominal, lo que parece insostenible tras las recientes rebajas de grado. Deutsche logró deshacerse de otros 7.200 millones de préstamos apalancados, pero no ha vendido su exposición tan rápido como sus competidores, Credit Suisse y Lehman Brothers.Ackermann, que hablaba siempre de confianza y fortaleza, ahora dice que es 'prudente' con respecto al resto del año. Es sólo un ligero cambio de tono. Pero viniendo de un eterno optimista como Ackermann, es una señal muy pesimista.Por Jeffrey Goldfarb.

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