Opciones nucleares

Es una extraña forma de privatizar cuando un Gobierno vende sus activos a otro Gobierno. Reino Unido está a punto de vender British Energy, la proveedora de energía nuclear británica, a EDF, la compañía energética perteneciente al Gobierno francés. Aunque la propiedad foránea de compañías no es problemático, el acuerdo pone de relieve los problemas estructurales del mercado energético británico (...).

No hay razones estratégicas para impedir a una compañía francesa dirigir plantas nucleares británicas. EDF no es Gazprom y Francia no es Rusia.

El acuerdo, sin embargo, muestra un número de problemas con la regulación de la electricidad en Reino Unido. De momento, British Energy es un monopolio. El Gobierno piensa construir nuevas plantas nucleares, por tanto es importante que se permita la competencia (...). El acuerdo también agravará un problema en el mercado mayorista de la electricidad (...). El mercado de la electricidad no debe volver a ser un negocio cerrado.

Este acuerdo pone de relieve problemas que podrían ser resueltos en cualquier caso. Con los precios de la energía por encima de la media europea, los reguladores británicos tendrán que actuar para asegurar que el mercado de la energía permanece estable, seguro, competitivo y abierto.