_
_
_
_
Teresa Rivera

"Los coches del futuro no se moverán con biocarburantes"

Lleva poco más de tres meses en el cargo, aunque el cambio climático es su casa desde hace años. Controla cada detalle del complejo entramado negociador de Kioto. Ella daba las pinceladas técnicas al discurso político de la anterior ministra de Medio Ambiente.

Su aterrizaje en la Secretaría de Estado para Cambio Climático tiene como telón de fondo la captación de mujeres de la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. Estrenó el cargo hace poco más de tres meses, tras una debacle en el macroministerio de Medio Ambiente que se cobró a Cristina Narbona. Recibe a CincoDías tras una jornada maratoniana de trabajo. Durante la charla demuestra su profuso conocimiento sobre cambio climático, aunque aún no ha ganado la partida al enrevesado lenguaje técnico, al que a veces falta mensaje político.

PREGUNTA La reciente reunión del G-8 en Japón parece haberse saldado sin grandes avances para la negociación internacional sobre cambio climático. ¿Qué balance hace usted?

RESPUESTA El balance que se puede hacer es un poco pobre, por debajo de la expectativa de todo el mundo. Es verdad que es un debate enormemente complejo, que requiere grandes dosis de valentía política. El mayor hito fue la cumbre presidida por Alemania el año pasado, en la que por primera vez hay un cambio significativo de EEUU al abordar la necesidad de concertar objetivos en el contexto de la ONU. La política americana tradicional se siente más cómoda aportando contribuciones soberanas a esfuerzos multilaterales, en vez de distribuir esfuerzos en un contexto multilateral.

¿Qué se puede esperar del cambio de Gobierno en EEUU para el avance de las negociaciones internacionales?

El año 2007 marcó un antes y un después. En estos momentos ningún Gobierno de ningún país está dispuesto a afrontar la crítica de su opinión pública por ser responsable del fracaso de negociación multilateral. Ese mismo efecto ocurre también en EEUU. Ha habido un cambio de actitud muy notable, y la gran contribuyente ha sido la sociedad civil, las empresas, los ciudadanos y el poder local, cuyo planteamiento ya no era cuestionar la soberanía política de EEUU, sino reivindicar un cambio por sus muchos beneficios para la seguridad interna, la competitividad de las empresas, la eficiencia de los mercados internacionales y la seguridad energética. Esto es un proceso que no tiene vuelta atrás. Gane quien gane las elecciones en EEUU, la lucha contra el cambio climático y el cambio del modelo energético es una realidad incuestionable. Ahora el reto es saber en qué tiempo se produce ese despertar.

La Unión Europea apuesta, al menos por el momento, por los biocarburantes. ¿Qué papel cree que tendrán en el futuro?

Aquí nadie se llama a engaño, los biocarburantes tienen sobre todo un papel de transición para facilitar una menor dependencia del petróleo [España mantiene su apuesta por el 5,8% de estos carburantes en 2010] y explorar tecnologías distintas a la quema de combustibles fósiles en el transporte, pero tienen que tener un impacto limitado. No es la solución que moverá los coches de la humanidad, tiene que ser algo muy restringido. Esto es lo que se está intentando acordar en la UE.

España es un alumno muy regular en Kioto, ¿cuáles son los pasos a dar para cumplir con el acuerdo?

A España le correspondió en el reparto de 1997 un esfuerzo muy por encima de sus colegas comunitarios. Sin embargo, sigue manejando datos sorprendentes entre los países industrializados. Es la décima economía en emisiones absolutas y más eficiente en su consumo energético. Por primera vez las renovables superan a la nuclear.

"La nuclear tendrá un pequeño margen en el mapa energético mundial"

Teresa Ribera piensa en el cambio climático sin fronteras. Se trata, para ella, de un "desafío global", que atraviesa un momento clave. En España, el viaje hacia el "histórico cambio" de modelo energético que atraviesan las economías industrializadas se está saldando con una inversión sin precedentes en el sector de las renovables, que además tienen todas las de ganar en el pastel energético mundial del futuro, según Ribera."El gran volumen de crecimiento energético a nivel global está siendo absorbido por los países emergentes, población que hoy ni siquiera tiene acceso a la electricidad". Y pensar que ese crecimiento exponencial, "más del 55% del total de la energía que se consume, podrá ser satisfecho a partir de energía nuclear, no es creíble". En cualquier caso, Ribera asume que la opción nuclear dependerá de las políticas nacionales. El Gobierno de Zapatero ya ha hecho saber que su opción son las renovables. Preguntada sobre si descartar la nuclear es compatible con el respeto de de Kioto, explica risueña que este protocolo "marca un escenario temporal 2008-2012, un marco que no permitirá hacer grandes innovaciones en el parque nuclear español". Esta opción energética tendrá "un pequeño margen en el futuro energético mundial", por sus materias primas limitadas, la cuestión del almacenamiento de residuos y de seguridad.Desde luego, esta experta da por hecho que las renovables tendrán un enorme papel en el futuro. Los problemas de competitividad que plantean no son relevantes, "ya que se trata de una cuestión temporal". Su precio bajará a medida que se desarrolle la tecnología, ya que cuentan "con una materia prima inagotable". Las diferencias de precio de la energía solar o eólica respecto al gas o al petróleo "no tienen nada que ver ahora respecto a hace cinco años". Y cinco años equivalen a cinco minutos para un desafío globalizado.

Apuesta: "Invertir en medio ambiente es competitivo"

Se acabó la visión pesimista sobre la revolución energética que se avecina. El cambio climático ya es una realidad que "ofrece enormes oportunidades para crear un nuevo modelo de negocio, un nuevo patrón de crecimiento y de desarrollo distinto a algo que sabemos que no funciona y sobre lo que no nos podemos equivocar en el diagnóstico", explica Ribera. Así, el empresario deberá hacer una reflexión estratégica a medio plazo, con el objetivo de encontrar nuevos nichos de mercado acordes con la nueva tendencia."Habrá que ver cómo se sitúan en el mercado de carbono y en qué sectores pueden ganar competitividad. Hoy ya ha pasado a la historia la percepción de que quien invierte en medio ambiente pierde posición competitiva, es todo lo contrario. Quien quiera ganar competitividad tiene que apostar por el medio ambiente y por la eficiencia", explica Ribera.En este sentido, EEUU ha sido el último país en "entender el mensaje, pero el día que se despierte y que su administración acabe de acertar sobre las medidas que incentiven la reacción adecuada del mundo empresarial, estará en condiciones de liderar el proceso". Entretanto, y de cara a la guerra comercial que se avecina entre ambos lados del Atlántico, Alemania, seguida por España, Dinamarca y otros países del Viejo Continente quieren crear una agencia internacional de energías renovables. El nuevo organismo en ciernes pretende "reducir drásticamente las emisiones facilitando el acceso de los países emergentes a la energía eléctrica".

Más información

Archivado En

_
_